Foto: AFP
Además de los riesgos por inseguridad, secuestros y extorsión contra migrantes, ahora se suma una ola de calor que vulnera la integridad de quienes intentan atravesar el desierto en México para llegar a
Estados Unidos.
De esa cuenta, debido al aumento de las temperaturas en la frontera entre México y Estados Unidos, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) advirtió sobre consecuencias mortales que podrían enfrentar los connacionales que intentan cruzar de manera irregular el territorio vecino.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) y la Patrulla Fronteriza repatriaron a más de 617 mil guatemaltecos, de mayo de 2023 a marzo de 2024. Solo en abril de este año, la cifra de retornados supera los 34 mil.
En el desierto de Tucson, Arizona, la temporada de calor intenso se inicia en mayo y se prolonga hasta septiembre. Este período es crítico para quienes intentan cruzar la frontera entre Baja California y Sonora, en México, y California y Arizona, en Estados Unidos, alertó ICE.
Peligro
Con temperaturas máximas que pueden alcanzar hasta los 50 grados durante el verano, el riesgo se agrava. La deshidratación es una amenaza constante, especialmente al atravesar áreas remotas en la línea divisoria estadounidense.
El IGM instó a la población a evitar los cruces inmediatos, ya que las fronteras permanecen cerradas a la migración irregular. Durante esta temporada, el riesgo de morir deshidratado es alto, y existe la posibilidad de que los cuerpos no sean encontrados durante años.
La situación plantea una crisis humanitaria que requiere atención urgente. Las autoridades de ambos países deben tomar medidas para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes, así como abordar las causas subyacentes del fenómeno.