El impacto en el medioambiente y daños a la salud de los residuos de desechos eléctricos y electrónicos (RAEE) fueron resaltados por la ministra de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Patricia Orantes, y la coordinadora del Proyecto Residuos Electrónicos América Latina (PREAL), Yenzi Guevara.
Se busca sensibilizar a los consumidores acerca de la importancia de entregar sus utensilios inservibles a gestores.
Según el informe del monitorio regional realizado por el PREAL en 2023, estos son una de las categorías de mayor crecimiento, con un índice de recuperación para reciclaje estimado en solo un 17 por ciento.“Tenemos varios años de impulsar acciones de sensibilización a consumidores para lograr una gestión integral. Se promueve la responsabilidad de todos los guatemaltecos como usuarios en reciclar adecuadamente los electrónicos que a menudo pasan desapercibidos”, explicó Guevara.
Agregó que es esencial la entrega de dispositivos en desuso en centros de acopio autorizados.
El tipo de elemento contaminante que puede encontrarse en los aparatos, así como los efectos que puede ocasionar pueden ser diversos; por ejemplo, al mercurio con efectos al cerebro y al hígado, el plomo con daño al cerebro y sistema nervioso y el cromo, que se relaciona con problemas de la vista, entre otros.Uno de los desafíos más urgentes es la correcta disposición del plástico bromado, utilizado en dispositivos como retardante de llama para prevenir incendios.
Este componente representa un reto para la circularidad y un riesgo de contaminación ambiental e impacto en la salud, pudiendo ocasionar desórdenes hormonales si es desechado de manera inadecuada.