El titular del Ministerio de Gobernación (Mingob), Francisco Jiménez, explicó que varios de los recientes crímenes, incluida la aparición de cuerpos en distintas partes del país, son ajustes de cuentas entre pandillas, específicamente, del Barrio 18.
Estos hechos, en Mixco, Villa Nueva, San José Pinula y la ciudad capital, son vinculados por las autoridades con el asesinato de dos líderes del Barrio 18, el pasado 9 de abril en la cárcel de Fraijanes II, lo que habría desencadenado el reacomodo en esa organización delictiva.
“Nuestro plan incluye combate a las extorsiones, mejorar los presidios y garantizar la seguridad ciudadana”. Francisco Jiménez Ministro de Gobernación
Resultados tangibles
Aunque reconoció la percepción negativa de seguridad que generan estas acciones violentas,
Jiménez resaltó los avances en la lucha contra la delincuencia.
A pesar de las muertes y los desequilibrios generados entre los grupos ilícitos, el encargado del
Mingob explicó que se mantendrán las tareas para asegurar el resguardo de los ciudadanos y sus propiedades. Recordó resultados tangibles como la captura de 500 extorsionistas en el primer trimestre de 2024. Además, destacó una disminución en los asesinatos, atribuida a las operaciones de seguridad y requisas en las cárceles.
Jiménez enfatizó que, a pesar de que la percepción pública pueda ser desalentadora, la tendencia en los homicidios continúa a la baja, con un promedio de entre 6 y 7 muertes violentas al día.
Asimismo, desmintió que los ataques sean generalizados o políticamente motivados, pues se trata de ajustes de cuentas entre las agrupaciones ilícitas y no de una amenaza dirigida a la ciudadanía, como se ha mencionado.
Respecto de otros incidentes violentos, como el ataque armado que terminó en la muerte del oftalmólogo Miguel Ángel Campos y el hallazgo de dos cuerpos en un microbús abandonado en la carretera a El Salvador, el funcionario explicó que continúan las investigaciones en colaboración con el Ministerio Público (MP) para esclarecer los motivos detrás de los citados decesos.
Analistas como Mario Mérida y Stu Velasco ofrecieron perspectivas adicionales sobre la situación. Mérida no cree que esta ola de violencia tenga como objetivo perjudicar la imagen del Gobierno, mientras que Velasco lo atribuye a las extorsiones desde las cárceles y al problema de las pandillas, pero señaló la evolución de la capacidad criminal frente a las limitaciones de las autoridades.