La gelatina es un postre para muchos que lo hemos comido desde niños como algo tradicional de las mesas familiares, simple, colorido, lleno de sabores y de frutas en algunos casos; aunque ese ingrediente simple es capaz de llevar las creaciones culinarias a un nivel superior porque aporta cuerpo, textura y con la creatividad de quien los elabora unas presentaciones sorprendentes.
Es utilizada tanto en opciones dulces como saladas. La gelatina es una sustancia incolora, sin olor y sin sabor utilizada principalmente en la repostería para dar consistencia en las preparaciones.
Aunque en el sentido estricto del término, podríamos indicar que la gelatina es una sustancia de origen animal que se extrae de los huesos y los cartílagos y de determinadas algas. Está compuesta en un porcentaje elevado de proteína de colágeno y de sales minerales, el resto de su composición es agua.
También existen las gelatinas industriales elaboradas artificialmente, parecidas en textura y consistencia a las de origen animal.
Las diferentes presentaciones de gelatina son: en polvo, la gelatina en hojas, la gelatina vegetal y la gelatina preparada a partir de cáscaras y de algunas frutas. Las gelatinas en forma de hojas o láminas se deben sumergir en agua y calentar hasta que se disuelva.
Es utilizada principalmente en la repostería para dar consistencia en las preparaciones.
Están las gelatinas en polvo de sabores a frutas para hacer postres o las sin sabor o neutras para platos salados o postres. El primer paso es hidratar la gelatina antes de incorporar a las mezclas. Se dejan en remojo de 5 a 10 minutos. Una vez esté hidratada la gelatina, se podrá incorporar a la elaboración.
Para una correcta disolución es necesario calentar la mezcla antes de añadirla. Siempre se mezcla la gelatina fuera del fuego para que no pierda su poder gelificante.
Algunos aspectos a tomar en cuenta: lea detalladamente las instrucciones del paquete de gelatina que vaya a utilizar, porque varían entre las distintas marcas.
Las frutas como kiwi, papaya, piña, mango tienen una enzima que afecta el poder gelificante por lo que es necesario dar un escaldado a la fruta o puede utilizar estas frutas en conserva.
Nunca hierva la gelatina porque pierde su fuerza y obtiene un sabor desagradable y no introduzca la gelatina para gelificar en el congelador porque pierde su consistencia y textura ya que se vuelve rala y quebradiza.
Considere que la sal, algunos jugos o el vinagre reducen la firmeza de la gelatina y los ingredientes como la leche y el azúcar aumentan la firmeza de la gelatina.
Si va a utilizar licor, agréguelo a la gelatina cuando esté caliente para que se mezclen bien los sabores. Finalmente, dé rienda suelta a su creatividad y utilice la gelatina en sus recetas innovadoras como por ejemplo una gelatina de mango y chan o chía, una gelatina de rosa de Jamaica, una gelatina de arroz con leche, una gelatina de horchata o una gelatina de yogur y melocotón, entre otras más.