Barcelona,París/EFE
El Barcelona tiene hoy (13:00 horas) la oportunidad de clasificarse para unas semifinales de la Liga de Campeones cinco años después y reconciliarse con una competición que se le negó en las últimas temporadas contra un rival, el Paris Saint-Germain, que visita el Estadio Olímpico Lluís Companys con sed de revancha luego de la derrota en la ida (2-3).
Ni el más optimista hubiera pronosticado el pasado 27 de enero, cuando Xavi Hernández anunció su dimisión en diferido como técnico del Barcelona, que el equipo azulgrana estaría a disposición de acceder al bombo de los cuatro mejores de Europa.
Desde entonces, el Barsa no conoce la derrota. Ha sumado 10 victorias y tres empates, aunque el
aspecto más relevante en los últimos 13 partidos es que ha recuperado la solidez defensiva que le permitió ganar la pasada Liga.
Nueve goles ha recibido Marc-André ter Stegen desde que Xavi anunció que dejaba el banquillo a final de temporada.
La derrota del pasado miércoles no entraba en los planes de nadie en París y ha dejado a toda la mecánica del club dislocada.
Desde el entrenador a buena parte de la plantilla y también Doha, contaban con verse en semifinales y ahora existe el peligro de sumar un nuevo naufragio europeo, el decimotercero desde que lucen pabellón catarí. Pero azuzados por el voluntarioso Luis Enrique, que conoce bien la casa del rival y la receta de la remontada, acuden esperanzados.