Palma, EFE.
El Real Madrid, todavía con la resaca de la Liga de Campeones, no perdonó en Son Moix y le bastaron una gran segunda parte y el acierto del francés Aurélien Tchouaméni para tumbar (1-0) al Mallorca, todavía dolido con los penales que le arruinaron el sueño de conquistar su segunda Copa del Rey contra el Athletic en La Cartuja de Sevilla.
Son Moix enfrentó al líder de la Liga con el finalista del torneo copero. Ganó el Real Madrid, pero el Mallorca tuvo sus opciones hasta el final.
La última de ellas, un remate de Muriqi en una pelota dividida que el ucraniano Andry Lunin, una de las grandes figuras de su equipo en la isla, despejó al córner.
El Mallorca fue el de siempre. En el arranque del choque no se le notó la tremenda frustración de haber caído en los penales en la final de la Copa del Rey.
Además, para olvidar las penas contó con el aliento incansable de su público, que llenó las gradas.