Cultura milenaria, KAAB‘ y Vida, son parte de la colección del artista plástico Nicolás Hernández que retrata la cultura maya tz’utujil y su conexión con la naturaleza, que lo ha rodeado en su natal San Juan La Laguna, Sololá.
Durante su infancia fue inquieto con los dibujos, colores, crayones, pinceles, ya que era muy activo en la escuela; su maestra le encargaba carteles y ayudaba a pintar, entre otras tareas.
Desciende de una familia de músicos, que le enseñaron a tocar la guitarra, por ello, narró que hubo un momento en que no sabía si dedicarse a la música o al arte; eligió esta última disciplina.
Se especializó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla (ENAP), aunque reconoció que fue difícil durante sus años de estudios por el factor económico porque para costear sus materiales, hospedaje y alimentación trabajó lavando carros y de jardinero, entre otros oficios.
Su última labor fue en la Policía Nacional Civil (PNC), que dejó en 2022 para dedicarse al mundo artístico y en el cual se siente cómodo con varios proyectos actualmente.
Ser humano y su entorno
Hernández fusiona su herencia cultural guatemalteca junto a la flora y fauna. Pero hay un aspecto distintivo en sus piezas y es la selección de las modelos, su esposa: Sucely Vásquez, y su hija, Vicenta Hernández. En la obra Rompiendo paradigmas, en un billete de 500 quetzales aparecen las mujeres de su familia.
“La idea principal es encontrar a la mujer en todos los ámbitos, religión, política, etc., porque en el dinero no aparece la figura de la mujer, solo en una moneda de 25 centavos que es de las más bajas denominaciones”, admitió.
Reconoció que cuando expone sus creaciones no es para decorar un espacio vacío. “Siempre debe haber una unión entre la obra y el observador, que se sienta identificada con ella, que le cause emoción”, concluyó.
Para conocer más de su talento, consulte en Instagram @nickohernandezz o escríbale a [email protected]