El despliegue de agentes realizado ayer por el Ministerio de Gobernación (Mingob), en busca de criminales que atentan contra la seguridad, dejó resultados que conviene analizar, por las implicaciones que tendrán para la buena convivencia de los compatriotas.
Lo primero que se debe destacar es el mensaje claro y contundente que se traslada a la población y a los delincuentes.
La captura de por lo menos 10 motosicarios y nueve extorsionistas advierte la firme determinación del gobierno de Bernardo Arévalo y Karin Herrera de combatir la impunidad y apresar a quienes se acostumbraron a delinquir a sabiendas de que no serían perseguidos y, menos aún, castigados.
Además, los arrestos e indicios hallados acercarán las investigaciones a los jefes y cómplices que integran las bandas que asaltan, a plena luz del día, a conductores que se trasladan a sus actividades laborales, académicas o familiares, pero que, lamentablemente, son despojados de sus bienes por estos parásitos.
En su Plan de Gobierno 2024-2028, el Organismo Ejecutivo advierte que invertirá en el fortalecimiento de las instituciones, con el objetivo de que sean más contundentes en el combate de la delincuencia y tengan una mayor efectividad en la protección de los derechos ciudadanos.
De hecho, el 15 de marzo recién pasado, la Policía Nacional Civil (PNC) graduó a 2 mil 431 agentes, que fueron trasladados inmediatamente a delegaciones de todo el país.
Adicionalmente, el referido plan advierte la determinación de las autoridades de apostar por la profesionalización de los servicios de inteligencia, así como para retomar el control del Sistema Penitenciario.
Estas dos estrategias facilitaron, entre finales de enero y mediados de febrero de 2024, la captura de 96 extorsionistas de la Mara Salvatrucha y Barrio 18, quienes eran un obstáculo para el crecimiento integral de guatemaltecos, quienes aportan al desarrollo inclusivo de esta nación.