SELVIN CARPIO
Desde 1988, por iniciativa de la Unesco, cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro, consecuentemente, se ha extendido la celebración a todo el mes de abril con el objetivo de incentivar la lectura.
La fecha elegida es significativa, ya que un 23 de abril de 1616 fallecieron los dos grandes referentes de la literatura universal: Miguel de Cervantes y Saavedra y William Shakespeare, quienes con sus obras marcaron un antes y un después en la literatura.
Sin embargo, Cervantes crea una obra maestra: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha. Cervantes relata en el primer capítulo cómo el protagonista de la historia pasaba horas y horas en la lectura de novelas de caballería; así también, pasaba las noches en vela repasándolas e interpretándolas de tal forma que le afectó la mente y como consecuencia de sus desvaríos, creó lugares y personajes para su fantasía.
En esa bendita locura, el protagonista armó su historia y dejó de ser Alonso Quijano, cambiando su nombre por el de Don Quijote.
“Y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros…y asentósele de tal modo la imaginación que era verdad todas aquellas invenciones que leía y que para él no había otra historia más cierta en el mundo.”
Y continúa relatando Cervantes: “Rematado ya su juicio, vino a dar el más extraño pensamiento que jamás dio un loco en el mundo hacerse caballero andante e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y ejercitarse en todo aquello que él había leído y con ello lograr eterno nombre y fama”.
En esa bendita locura, el protagonista creó su historia y dejó de ser Alonso Quijano, cambiando su nombre por el de Don Quijote, se armó con viejas armas de sus antepasados y como no hay caballero sin caballo, buscó a su rocín, un viejo caballo de trabajo y tras mucho pensar le puso por nombre Rocinante.
Hubo de darle nombre también a la señora de sus pensamientos, una moza labradora de quien en algún tiempo estuvo enamorado y que se llamaba Aldonza Lorenzo y a quien la nombró Dulcinea del Toboso.
El buen Sancho Panza, un labrador pobre e ingenuo se convierte en su fiel escudero y lo acompaña después de la primera expedición que realizó en soledad Don Quijote.
Durante sus andanzas, Don Quijote nos da a conocer sus sentimientos más puros y nobles, tales como la bondad, la amistad, la justicia, la libertad entre otros, los cuales en la actualidad al igual que hace cuatrocientos años, se les consideran propios de un loco.
Ya que hoy en día para muchos, lo más burdo, lo más zafio, ordinario y sinvergüenza, son características de personas listas que encuentran el éxito a cualquier precio, desmeritando la nobleza y la integridad del ser humano.