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Por segundo año consecutivo, el Etihad Stadium resolverá un duelo majestuoso entre Real Madrid y Manchester City, que intercambiaron remontadas en el Santiago Bernabéu en un gran espectáculo futbolístico (3-3), que salvó la épica madridista luego de la demostración de poderío sin Kevin De Bruyne del vigente campeón.
Alzó el vuelo en su competición fetiche una vez más el Real Madrid con una determinación envidiada por sus rivales. Hasta en dos ocasiones para viajar a Mánchester con opciones. Reaccionando a los golpes con la entereza del que se siente rey del certamen. Confiado en sus virtudes para enterrar sus errores.
Lo cometió Andriy Lunin en su primer partido, grande de verdad, como titular que dejó una mancha que debe corregir para no sentir la sombra alargada de Courtois en los días decisivos. También, Carlo Ancelotti, para cambiar el panorama cuando se complicó en el segundo acto.
Sobreviven a Kane
En su noche europea más importante en más de una década, el Arsenal se sobrepuso a sus miedos y a los viejos fantasmas de Harry Kane, un hombre que les ha marcado 15 goles a los gunners, para escapar con un empate del primer choque contra el Bayern Múnich.
Los alemanes, con una completamente distinta a los bochornos que han protagonizado últimamente en la Bundesliga, sometieron a un timorato Arsenal, víctima de su inexperiencia en la contienda, y llegaron a dominar por 1-2, gracias a los tantos de Serge Gnabry y Kane, hasta el rescate de Leandro Trossard, que llegó en el minuto 76 y que aguantó hasta el final, mandando la eliminatoria viva al Allianz Arena.