Con el apoyo de una intérprete y el respaldo de una psicóloga, víctimas de las masacres ocurridas hace más de 40 años contra el pueblo maya Ixil durante el conflicto armado interno atestiguaron ayer ante el Tribunal de Mayor Riesgo A, en el juicio contra el general en retiro Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército.
Juan Víctor López, uno de los 152 testigos propuestos por el Ministerio Público (MP) y los querellantes, narró en su idioma materno cómo su esposa e hijos fueron asesinados. “La mataron los soldados y ella fue quemada en la casa”, declaró. Asimismo, compartió cómo prendieron fuego a viviendas y siembras, y que uno de sus vecinos fue sacado de la aldea y nunca se volvió a ver con vida.
Los hechos que se juzgan son la muerte de 1 mil 771 personas; entre ellas, 844 que han sido identificadas por testigos y peritajes, lo cual ocurrió entre 1981 y 1982, cuando Lucas García fungía como jefe del Estado Mayor del Ejército, por lo que es acusado de coordinar masacres en al menos 32 comunidades de Santa María Nebaj, San Juan Cotzal y San Gaspar Chajul, Quiché.
Las audiencias se llevan a cabo de lunes a viernes a partir de las 8:30 horas, y en ese proceso la Fiscalía buscará probar el genocidio. Además de los testigos que acudirán a narrar cómo vivieron las masacres en sus comunidades y que sufrieron el desplazamiento hacia las montañas, también se escuchará a 81 peritos.
Lucas García, de 91 años, ha estado presente por medio de videoconferencia. En la actualidad, cumple una pena de 58 años de prisión porque en mayo de 2018, junto a otros cuatro altos militares, fue condenado por los delitos de falta a los deberes de la humanidad, violación agravada de una estudiante y la desaparición forzada del niño Marco Antonio Molina Theissen, en 1981.