El tanto con el que Mohamed Salah pasó a la historia como primer visitante que marca en cuatro partidos consecutivos en Old Trafford, evitó la derrota del Liverpool (2 a 2), pero no ceder el liderato al Arsenal, en una Liga Premier apasionante en la pelea por el título luego de dos genialidades de Bruno Fernandes y Mainoo, que resucitaron al Manchester United.
Juez de la Liga, alejado de la pelea por el título, sin plantilla para aspirar a mayor tarea que un puesto europeo que también ve a distancia, al Manchester United le queda el orgullo del grande. Aunque sea a base de joven talento. Gracias a la brillantez de Kobie Mainoo, que enamora a Inglaterra con 18 años, con el francés Willy Kambwala y el hispano argentino Alejandro Garnacho, titulares con 19.