Las 11 irregularidades que acompañan la denuncia penal que el Gobierno presentó por la compra de las vacunas Sputnik, adquiridas durante la administración de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez, pintan en cuerpo y alma a quienes han llegado a instituciones públicas a saquear el erario.
Como bien lo resumió el comisionado contra la Corrupción, Santiago Palomo, se perpetró “un acto grave, que evidencia el sistema corrupto e impune en el que operaron las administraciones anteriores”.
El funcionario tiene razón cuando considera que no hay nada más mezquino y deplorable que aprovecharse de las tragedias humanas para lucrar con el dolor de los connacionales.
Hiere el alma saber que los exfuncionarios vieron en la muerte, la enfermedad y la desesperanza de los compatriotas una oportunidad de oro para hacer negocios. Valga decir que dicho crimen lo efectuaron con la tranquilidad de saberse protegidos por un sistema de investigación y justicia que, aún hoy, los cuida y apoya.
En este punto, conviene mencionar algunas de las supuestas ilegalidades que se cometieron al momento de suscribir el millonario negocio.
Para empezar, el contrato incluía una cláusula de confidencialidad, que permitió ocultar los desmanes. Además, obligaba a pagar regalías a la empresa proveedora, sin que existiera un servicio de por medio.
El colmo, como lo citó Palomo, es que las partes acordaron que, ante un eventual incumplimiento en la entrega de vacunas, Guatemala solo podía ser resarcida hasta por 100 mil quetzales, pese a que la compra era por 614 millones de quetzales.
Qué decir sobre aspectos como que un eventual arbitraje se realizaría en Singapur, que nunca se especificó el lugar en el cual se suscribió el tratado o que este se redactó en inglés.
La mezquindad que caracterizó esta infamia obliga a castigar a los responsables, pero no solo a aquellos que figuran en el acuerdo, como la exministra Amelia Flores.
Los ciudadanos exigen que el Ministerio Público investigue a profundidad y esclarezca si el expresidente Giammattei, Miguel Martínez y otros exfuncionarios tuvieron algo que ver en esta inmundicia.