Jerusalén, EFE
El deceso de siete empleados de la organización humanitaria World Central Kitchen (WCK), durante un bombardeo israelí en la Franja de Gaza, ha llevado a la condena internacional sobre el hecho y a exigir respuestas.
El Ejército israelí continúa la investigación de lo sucedido, pero el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ya admitió que fue un ataque “no intencionado” de las fuerzas del país, aunque sin citar al grupo.
Según el medio w, que cita a fuentes de Defensa, un dron israelí llegó a disparar tres veces contra un convoy de WCK en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave, a pesar de que los vehículos estaban claramente marcados con el logotipo de la organización.