El movimiento estudiantil más relevante del país, La Huelga de Dolores, regresa a las calles en su 126 edición en la cual, a través de bailes, protestas y humor, estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) alzan la voz contra distintos temas sociales, en representación del pueblo.
Pero, ¿realmente ha sido una expresión que ayuda a Guatemala? ¿Ha ido en decadencia el objetivo principal de estudiantina? Héctor Reyes Sosa, Gryo, exintegrante del Honorable Comité de Huelga de Dolores, nos da su opinión.
“Ir a molestar y echarse los tragos no es la Huelga.” Héctor Reyes Sosa, Gryo
¿Formó parte de esta actividad?
Integré el Honorable en el 91. Mi mentalidad era no entrar a hacer tonterías, sino algo relevante por la Huelga, ya que a mi papá toda la vida lo vi en movimientos sociales. Desde hace 35 años, soy el director del Grupo de Teatro Ixchel, de la Facultad de Medicina, con el que hemos llegado a tener contacto con la gente.
¿Qué piensa de la huelga actualmente?
Hay una frase atribuida a Miguel Ángel Asturias que resume mi opinión y es: “La Huelga de Dolores es un movimiento político eminentemente estudiantil, en la cual los estudiantes de la San Carlos manifiestan sus críticas y opiniones a través de sátira, inteligencia y mensaje sin vinculaciones políticas ni partícipes”, aquí te encierro el contexto que esto debe tener. Para poder formar parte de esto, antes que nada, hay que ser estudiante, no viejos que participaron hace 20 años y quieren recuperar sus viejas glorias.
¿Cree que esta actividad ha venido en decadencia?
La coyuntura de la Universidad tiene que ver mucho, porque la huelga está politizada. Algunos rectores y decanos, para que no los critiquen, han ofrecido apoyo académico a participantes de estas actividades. Como egresado de la Facultad de Derecho, te puedo decir que tengo casos de compañeros que fueron de la asociación y hoy son licenciados sin saber si se examinaron o no del privado, ya que en su momento se prestaron a no sacar ciertos desmanes que se hacían, no digamos los tiempos actuales, en donde la máxima autoridad tiene mucha influencia sobre ciertos grupos, más no del movimiento como tal, ya que la Huelga, como objetivo principal es “darle palo a cualquiera que se lo merezca”, con un contexto histórico y político.
¿Han hecho los estudiantes su mejor papel?
Considero que no, porque ha perdido bastante creatividad y los grupos que eran sustento del desfile como Arquitectura y Santo Pueblo Entierro ya no existe, pero ellos ya tuvieron su ciclo de vida, y está bien para darle paso a lo nuevo. Lo único malo es que los estudiantes actuales no copiaron las ideas inteligentes. Hacen cualquier patraña y la llaman Huelga de Dolores.
“Desafortunadamente, no se dejó un manual de cómo hacer las cosas. Las personas que están al mando son aquellas que participaron hace más de 30 años, y han hecho que los patojos no le pongan creatividad como se le debería ver, y como en su mayoría son estudiantes que no han avanzado académicamente, no hay un interés mayor.
El tema de los encapuchados, ¿cómo lo ve?
Tenemos que entender algo: no todos son malos y no todos son buenos. La idea original era que a las personas que iban en las protestas no los reconocieran por miedo a represalias.
Entre los 70 y 80, una época dura para los universitarios, los encapuchados salieron en simulación a los de las procesiones, ya que la sátira nació siendo una burla de la religión católica.
Es lamentablemente que los estudiantes aprovechan esta actividad para otro tipo de cosas, como los bautizos de la U, en donde dan la bienvenida, y es entonces cuando la gente se confunde y piensa que los del Honorable son quienes bautizan, sin saber que son dos temas diferentes.
Recientemente, la historia que detalla los orígenes y el paso de los años de la Huelga fue plasmada en el libro Nuestra Huelga de Dolores, escrito por Reyes, y en el que esta se describe como génesis del movimiento social.
La obra estará a la venta en el pasaje Rubio, hoy, durante el desfile bufo, a un costo de 60 quetzales.