Cortesía: AFP
Especialistas consideran que la desnutrición de la niñez es alarmante en el país y la problemática no solo es por la falta de alimentos, sino por factores más profundos como la escasez de fondos públicos para fines sociales, como salud y educación.
De acuerdo con el último informe de Censo de Talla en Escolares, el 37.6 por ciento de niños, de 6 a 8 años, y el 45.7, de 8 a 9 años, padece el flagelo en grado crónico.
Pero los datos no se quedan ahí, ya que según el portal del Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Siinsan), en 2024 ya se registran 4 mil 692 casos por desnutrición aguda, y en los últimos 4 años se han contabilizado 260 decesos por esta causa.
Al respecto, Otto Rivera, analista independiente, refirió que un niño con desnutrición crónica y aguda no está en condiciones de aprender por problemas cognitivos y, por otro lado, tiene consecuencias directas en el crecimiento, peso y talla. El experto enfatizó que se debe generar un sistema nacional de protección y crear 340 subsistemas municipales, así como reorientar la legislación y otorgar mayor inversión pública.
Enfrentar el flagelo es uno de los retos del actual Gobierno.
Por otra parte, Leonel Dubón, de la organización Refugio de la Niñez, coincidió en la creación de un sistema de protección, con el objetivo de que todas las instituciones que velan por los infantes operen bajo una sola línea de acción. Un trabajo unificado entre organizaciones sociales, estatales y de
cooperación.
Asimismo, Marilis Barrientos, directora de World Vision, indicó que la situación de los pequeños es preocupante en cualquiera de sus manifestaciones, desnutrición, violencia, abuso sexual, explotación, entre otros, porque ponen en riesgo su desarrollo.
Para Manfredo Marroquín, de Acción Ciudadana, la situación es desoladora. “Nuestra niñez está condenada a tener una vida prácticamente limitada y no plena”, afirmó, pues los menores nacen con muchas barreras, sin garantías de recibir alimentación y salud.
Se busca reducir desafíos
La actual administración contempla reducir el 10 por ciento de la prevalencia de este mal, mediante el programa Protegiendo la Nueva Cosecha, que se enfoca en la lucha estructural de la pobreza y desnutrición en menores de 5 años.
En esta iniciativa se invertirán 16.5 millardos de quetzales, para protección social, infraestructura económica, formación para el trabajo, acceso a energía eléctrica, saneamiento, agua potable e insumos a la producción agropecuaria.
La Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), de la Presidencia de la República, es la institución responsable de la planificación, coordinación, integración y monitoreo de las intervenciones en seguridad alimentaria entre sector público, sociedad civil y organismos de cooperación internacional.
Efectos de la mala nutrición
La desnutrición crónica es el resultado de desequilibrios nutricionales, que tiene relación entre la talla del niño y su edad, y afecta su desarrollo cognitivo, según estándares de la Organización Mundial de la Salud. Es un problema grave que afecta a los pequeños y tiene secuelas de por vida.
La desnutrición aguda implica un estado patológico clínico causado por la deficiente ingesta de macro y micronutrientes, que da como resultado la pérdida de peso por hambre o enfermedad. Puede ser leve, moderada y grave. Se trata de una situación crítica, con un alto riesgo de muerte.