La ruta hacia la prosperidad y el crecimiento económico inclusivo están marcados.
La historia también nos señala el camino, el que, indudablemente, pasa por continuar combatiendo la corrupción y evidenciando el terrible saqueo al que han sido sometidas las finanzas del Estado por las mafias de cuello blanco y conciencia negra.
Aunque, desafortunadamente, falta mucho por hacer, lo cierto es que cada día ganan más adeptos y apoyos los esfuerzos que impulsan el presidente Bernardo Arévalo y la vicegobernante Karin Herrera.
De hecho, ayer, varias agencias de cooperación y apoyo del Gobierno de Estados Unidos reiteraron su respaldo y coincidieron en que la decencia en los asuntos del Estado es una condición sin la cual no se puede aspirar al progreso y la generación de riqueza sin desigualdades.
Luego de un encuentro realizado en el Palacio Nacional de la Cultura, en el marco del Diálogo Económico de Alto Nivel entre Guatemala y Estados Unidos, se definieron cinco prioridades para apuntalar la mejora financiera individual y social. De acuerdo con lo informado, reforzar la lucha contra la corrupción y fomentar la transparencia y rendición de cuentas es lo más importante, porque ello generará confianza, nacional e internacional.
Las otras cuatro opciones incluyen la promoción de inversiones, la seguridad energética que favorezca a los sectores más desprotegidos, el crecimiento de la agricultura que garantice la seguridad alimentaria y el uso de las remesas a favor del desarrollo inclusivo.
En palabras del jefe de Estado, estos esfuerzos cobrarán sentido en la medida que contribuyan con el rescate efectivo de la democracia, la estabilidad institucional, la transparencia y la lucha frontal contra la corrupción.
En dos platos, debemos trabajar en la construcción de la Guatemala que anhelamos y merecemos todos, misma que pasa por liderazgos políticos, empresariales y sociales probos, capaces y respetuosos del Estado de derecho y la justicia social.