Del homenaje que se le rindió el día 21 de abril de 1924 dieron cuenta, entre otros, los rotativos regionales Diario de Navarra y La Voz de Navarra.
En este último periódico (20 de abril de 1924) leemos: “¡Hermosa es la musa de Pelairea cuando canta, cuando reza, cuando llora, pero es aún más hermosa, más gentil y encantadora cuando teje con las perlas de cristal y los hilos de luz de sus versos los dones jugosos de la caridad…”.
El acto consistió en una comida en el salón de sesiones del Ayuntamiento servida por el Hotel Continental, al que se sumaron todas las personas que permitía su aforo, en torno a doscientas.
Al finalizar, tras las intervenciones de varias personas, entre ellas el alcalde y el párroco de la Magdalena, Pelairea leyó unos versos.
Al finalizar, tras las intervenciones de varias personas, entre ellas el alcalde y el párroco de la Magdalena, Pelairea leyó unos versos que llevaban por título Mi Gratitud, publicados en la crónica del acontecimiento que firma nada menos que Garcilaso Raimundo García director de Diario de Navarra, que termina así: “En cuantos asistimos a ella perdurará el recuerdo de este acto, todo lleno de espiritualidad y de emoción, en el que Tudela, al rendir tan efusivo homenaje de admiración y cariño a su poeta, se ha ofrecido como ejemplo de ciudad amorosa y buena. Todo se lo merece un hombre del mérito y de la simpatía de Pelairea”.
El poema con sus quintillas es, según Luis Gil Gómez, “un testimonio de agradecimiento a Tudela”, en el que volcó sus sentimientos y recuerdos de los años de su infancia transcurridos en la ciudad.
Un pergamino se conserva en una colección particular y mide 41.4X57.4 cm. A la pieza se refiere Diario de Navarra (22 de abril de 1924) en estos términos: “Es una verdadera obra de arte realizada con motivos decorativos de la catedral de Tudela, y encerrado en un hermoso marco…”.
Continuará…