En la travesía de la vida, los años de juventud se erigen como un periodo gratificante.
Estos años no solo representan a la juventud en su esplendor, sino también la ventana de oportunidades que, una vez aprovechadas, desembocarán en una vida productiva y concretarán aspiraciones.
La juventud, sin duda, marca el compás para el resto de la vida, especialmente para aquellos jóvenes que anhelan trazar nuevos rumbos y forjar destinos distintos a los que les ha sido predestinado.
La participación de las y los jóvenes en la toma de decisiones, es necesaria para la construcción de políticas públicas.
Los jóvenes no solo representan una fuerza vital para el progreso y el cambio, sino que desempeñan un papel protagónico fundamental cuya realización dependerá de la garantía de sus derechos.
En el contexto guatemalteco, resulta inquietante que, hasta la fecha, el Estado no haya aprobado una legislación específica para las juventudes, por lo que la aprobación de una Política Nacional de la Juventud se convierte en una necesidad imperante, ya que permitiría al Estado cumplir con sus obligaciones de proteger a la juventud y aumentar la inversión en esta crucial población.
Las nuevas autoridades de Conjuve han asumido la responsabilidad de dar seguimiento a este proceso y han manifestado compromisos concretos y específicos con respecto a las juventudes, como la aprobación de la Política Nacional de la Juventud 2024-2032.
Es fundamental que estas aspiraciones y compromisos se reflejen de manera palpable en la Política General de Gobierno para el periodo 2024-2028, así como en su planificación, financiamiento y ejecución de políticas públicas.
La participación activa de los jóvenes en la toma de decisiones y la construcción de políticas públicas debe ser asegurada, garantizando que sus voces sean escuchadas y tenidas en cuenta.
La aprobación de la Política Nacional de la Juventud 2024-2032 se revela como una piedra angular para el avance y la prosperidad de la juventud guatemalteca; asimismo se hace necesario aprovechar los años de vitalidad y el potencial de esta población, lo cual no solo beneficiará a los jóvenes individualmente, sino que también contribuirá de manera significativa al desarrollo y la fortaleza de la nación en su conjunto.