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Héroe del Etihad, el día que Erling Haaland falló lo impensable a puerta vacía, antes de su desquite final apareció Phil Foden como factor desequilibrante en el abrumador dominio del Mánchester City, que remontó el golazo inicial de Marcus Rashford para un Mánchester United al que se le hizo largo el derbi (3-1).
Ante la obligación de vencer previa visita a Anfield, en un pulso grandioso por el liderato de la Premier League con el Liverpool, respondió el City con un ejercicio de paciencia con el que fue borrando del campo hasta hacer desaparecer al United. Su ejercicio de resistencia duró lo que decidió Foden.
En la lucha de estilos quedó claro que en el City de Pep Guardiola todo el mundo sabe a lo que juega y al Mánchester United de Erik ten Hag le quedó grande el traje del derbi. Sostenido por una genialidad de Rashford a los ocho minutos. Premiando con un gol espectacular lo sencillo. Balón en largo de Onana, recepción de Bruno Fernandes, pase atrás y derechazo de 30 metros inapelable.
El doblete de Foden y el infaltable gol de Haaland hicieron esperar hasta la segunda mitad, pero es que antes hubo que borrar al United del cuadro.