Interesados en conocer los proyectos de cuidado, protección y resguardo de los recursos naturales, ambientalistas de cinco países visitaron la Zona de Usos Múltiples en la Reserva de la Biósfera Maya (RBM).
En ese sitio, 500 mil hectáreas han sido otorgadas a 12 grupos comunitarios organizados, a cargo de iniciativas que han frenado la migración y el avance de la frontera agrícola, contribuyen al control de la extracción ilegal, mitigan los incendios y conservan el bosque.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, estas tareas generan 3 mil empleos directos al año e ingresos económicos por 5 millones de dólares en conjunto. Entre los proyectos se mencionan el turismo de baja escala, producción de xate, extracción de chicle y recolección de frutos de pimienta.
En ese sentido, 30 especialistas de Brasil, Gabón, África, Indonesia, México y Guatemala visitaron por cinco días la RBM, a fin de conocer estas experiencias y aplicarlas en sus países.