La posición del presidente Bernardo Arévalo es contundente: “No se aceptarán las ternas que no llenen las calidades”. De esta forma, el mandatario atajó cualquier posibilidad de que se vaya a nombrar a un gobernador que no llene los requisitos de decencia y capacidad que requieren los cargos. La advertencia del jefe de Estado surge después de conocer las denuncias de intromisiones políticas y la ausencia de transparencia con las que se han decidido algunas nominaciones.
Las quejas contra los procesos surgieron en el marco de la primera reunión preparatoria del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur) realizada ayer, la cual continuará hoy con la presencia del dignatario, quien lidera el encuentro. Las voces opuestas vienen, principalmente, de representantes de la sociedad civil, quienes denuncian opacidad en el trámite e interés de llevar a personas cercanas a la administración anterior.
La figura del gobernador departamental tiene una incidencia determinante en la ejecución de proyectos de desarrollo en el interior del país, razón por la cual deben satisfacer calidades ineludibles como competencia, visión y decencia en el manejo de los fondos públicos. En el pre Conadur se acordó proponer un presupuesto de 3 mil 444 millones de quetzales para 2025, cifra levemente superior a los 3 mil 392 millones programados para este año.
El monto autorizado para 2024 permitirá la ejecución de 2 mil 607 obras que contribuirán con el desarrollo integral de las comunidades. En la cita de hoy, se prevé que continúen los pronunciamientos contra los finalistas, inconformidades que se plantearán directamente a Arévalo. Sin duda, el tema se ha convertido en la manzana de la discordia, aunque los encargados del Organismo Ejecutivo lo tienen claro: ni un paso atrás en la lucha contra la corrupción.