Leonel Guerra Saravia
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Un amigo me contaba que estaba por cambiar a su hijo de colegio, porque su hijo no estaba rindiendo en sus estudios y se mantenía decaído. Le expliqué que debemos educar bien a nuestros hijos para que sepan sobreponerse y superarse. Le hice ver sobre el bullying o acoso, que es la agresión para ejercer poder sobre otra persona.
Concretamente, los investigadores lo han definido como una serie de amenazas hostiles, físicas o verbales que se repiten, angustiando a la víctima y estableciendo un desequilibrio de poder entre ella y su acosador. El acoso puede definirse como una forma de violencia escolar especialmente dirigida hacia una víctima concreta, que sufre de manera sistemática diferentes formas de agresión física, verbal o psicológica.
El acoso escolar también es conocido como bullying se define como: la violencia repetida entre pares, compañeros, compañeras, en la que uno o más individuos tienen la intención de intimidar y hostigar a otros. Se caracteriza por el abuso de poder entre niños y jóvenes en edad escolar. El bullying puede clasificarse según el tipo de violencia que caracteriza esta relación de poder entre un agresor y una víctima.
El acoso escolar también es conocido como bullying.
Puede surgir dentro de la escuela, pero no se limita al entorno escolar: puede prolongarse fuera de las horas lectivas, ya sea en el entorno del colegio, en el barrio o a través de dispositivos como móviles u ordenadores, produciéndose entonces ciberacoso, que es un tipo específico de bullying. Para que se considere acoso escolar, debe presentar las siguientes características: abuso de poder.
Este se refiere a los comportamientos frecuentes como agresión física, intimidación y amenazas, por parte de una alumna o alumno, o bien un grupo de alumnas o alumnos para humillar o transgredir emocionalmente. Le expliqué que el bullying se puede prevenir siguiendo algunas recomendaciones.
Estar atentos a detectar casos de violencia. Derivar casos que requieren apoyo. Promover el respeto del espacio vital y los límites. Nombrar las diversas formas de violencia. Reconocer las situaciones de violencia. Hablar sobre el tema. Seguir protocolos de manejo de casos de violencia. La prevención primaria es responsabilidad de los padres, de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).
Dentro de la institución, se considera prevención primaria a todas las acciones que buscan mejorar la convivencia y el clima del centro como el empleo de la mediación, y el uso de un código de disciplina positiva para la resolución de conflictos.