SELVIN CARPIO
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En 1984, se proyectó la película Terminator, del director James Cameron, la cual llenó las salas de cine en todo el mundo y dio a conocer a la mayoría de habitantes del planeta algo novedoso en aquellos días: la inteligencia artificial.
La película causó impacto y las personas empezaron a cuestionarse sobre la posibilidad de que las máquinas dominaran todos los campos creados por el hombre, llegando a tener iniciativa y soberanía y, lo más aterrador, el poderío para exterminar a la raza humana. Aunque la inteligencia artificial o IA surge a mediados del siglo XX, es ahora, en pleno siglo XXI que ha cobrado más relevancia no solo su mención, sino constatar su implementación en la vida cotidiana.
El tema persiste en inquietar a la sociedad debido a la complejidad del tema y a la falta de información, que solo entiende a grandes rasgos que la IA es la tecnología que imita a la inteligencia humana y que utiliza máquinas programadas para realizar tareas complejas que antes eran realizadas por seres humanos.
”Fue la inteligencia artificial la idea principal que se desarrolló en sus libros.“
En 1950 sale a la luz una novela de ciencia ficción, adelantada a su tiempo titulada: Yo Robot, escrita por un maestro del subgénero literario de ciencia ficción, Isaac Azimov. De origen judío ruso y naturalizado estadounidense, era un bioquímico y divulgador científico, conocimientos que junto a su habilidad literaria le valieron para crear este tipo de historias, y fue la inteligencia artificial la idea principal que se desarrolló en sus libros.
Yo Robot es una historia dividida en cinco cuentos y cuatro novelas cortas. Trata específicamente sobre los robots inteligentes y su relación con los seres humanos, las implicaciones de estos en la sociedad y sobre todo el hecho de que algún día ellos tengan libre albedrío, nos empiecen a superar o incluso a sustituir poniendo en riesgo las llamadas tres leyes de la Robótica, las cuales tratan sobre la autoconservación, el valor de la vida humana y la necesidad de obedecer a la autoridad establecida.
Es una novela fascinante y totalmente atemporal, al leerla pareciera que el autor la creó en este siglo y que acaba de ser publicada. En 2004 el título de la novela cobró más relevancia y publicidad con el estreno de la película del mismo nombre, protagonizada por Will Smith, aunque esta no refleja en su totalidad la obra literaria, logró en el público el impacto que Azimov logró en sus lectores.
Quizá lo único parecido al contenido del libro es la ambientación futurista y tecnológica, y el entorno físico de sus personajes.
Sin embargo, logran emular el descubrimiento que se hace en todo el recorrido del libro, y es el hecho de que los robots están haciendo pequeños daños para hacer un bien mayor en el futuro, lo que nos hace cuestionar finalmente: ¿cómo fue posible que la sociedad fuera perdiendo el control en sí misma y fuera cediendo su lugar?