Consejo Editorial Conadi
Aislamiento social, comportamiento compulsivo, movimientos involuntarios y repetitivos, no tener coordinación física o tic, ansiedad, enfado, depresión, trastornos de aprendizaje, interés intenso en una cantidad limitada de cosas, sensibilidad al sonido, estas son algunas características que manifiestan algunos niños y niñas, que a veces los padres no ponen atención y creen que son solo desobediencias o rabietas, y sin darse cuenta de que los niños o niñas están desarrollando el Síndrome de Asperger.
De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición, el término “Síndrome de Asperger” ya no se utiliza oficialmente como una categoría separada; ahora se incluye en la categoría más amplia del Trastorno del Espectro Autista (TEA), el cual incluye una variedad de niveles de gravedad y presenta desafíos en áreas como la comunicación social, el comportamiento repetitivo y los intereses restringidos.
No se conoce con exactitud la causa de este trastorno, pero algunos científicos sospechan que es por razones genéticas o hereditarias y pueden considerarse como factores de riesgo.
”Unámonos todos a promover la inclusión de las personas con esta condición este 18 de febrero, Día Internacional del Síndrome de Asperger“.
Este síndrome no es una limitante para desarrollarse en diferentes ámbitos de vida; de hecho, algunas personas han logrado destacar en diversos ambientes, como los actores Anthony Hopkins, Keanu Reeves, el director de cine Steven Spielberg y el magnate empresario Bill Gates, ahora solo nos queda hacernos la pregunta ¿Dónde está la deficiencia? Lo que se necesita es que haya más interés en aprender sobre este síndrome.
Un diagnóstico erróneo, la desinformación, la falta de aceptación, así como la poca o nula disposición de aprendizaje y no contar con el apoyo de familiares y amigos, influyen grandemente en el comportamiento o interacción, alejándolos de la sociedad.
Es por ello que el Conadi hace el llamado a los expertos en salud para que promuevan un diagnóstico oportuno con enfoque de derechos, para que las personas con estas características desarrollen las destrezas necesarias y puedan sobrellevar esta condición a temprana edad.
Asimismo, a los docentes, para que sean más observadores y se interesen más en las conductas de sus alumnos, ya que pueden tener en su aula un niño con Asperger y lo único que necesitan es apoyo de integración y contar con metodologías de fácil aprendizaje. No castigos, ni notas por mala conducta.