En Guatemala, cada día se activan alrededor de 17 alertas Alba-Keneth por la desaparición o sustracción de niños o adolescentes. Estas experiencias resultan difíciles y traumáticas para las familias afectadas.
Cuando se resuelve un caso, porque el menor fue hallado, la esperanza y el alivio vuelven al hogar. Según estadísticas oficiales, el año pasado hubo 6 mil 205 avisos, de los cuales 5 mil 012 se desactivaron debido a que los afectados fueron rescatados, localizados con algún ser querido. El mes pasado, se registraron 535 alertas y se descartaron 342.
Drama y alivio
En septiembre de 2023 desapareció un niño de 4 años, en Petén, cuando estaba de paseo con sus progenitores. Sus padres recordaron que esa experiencia fue traumática, pues durante 13 horas no supieron nada de su pequeño.
Por su mente rondaron muchas cosas, como el hecho de que había sido raptado por algún maleante o sería hallado sin vida. Iris Winter, de la Unidad Operativa de la Procuraduría General de la Nación (PGN), relató que se inició la búsqueda con apoyo del Ministerio de Gobernación (Mingob), por medio de la Policía Nacional Civil (PNC), que puso a disposición el recurso humano y tecnológico para la localización.
Después de 6 horas de trabajo, finalmente fue encontrado el infante, a quien remitieron al hospital de la localidad. Se había logrado salvar la vida del niño, gracias al esfuerzo interinstitucional.
Acerca del mecanismo
El Sistema de Alerta Alba-Keneth está integrado por el Ministerio Público (MP), la PNC, Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), la PGN y la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia. Cumple tres objetivos: búsqueda, localización y resguardo de los menores.
Estos reciben atención primaria, se verifica que no hayan sido vulnerados sus derechos y se les somete a una entrevista primaria psicológica. Leonel Dubón, director del Refugio de la Niñez, opinó que el porcentaje de eficiencia del sistema está arriba del 80 por ciento.
Dubón consideró que la herramienta puede mejorarse y tomar el ejemplo de otros países, donde las empresas de telefonía también contribuyen, al enviar mensajes de la desaparición para que la localización sea más pronta.