En tres semanas de Gobierno, los guatemaltecos empiezan a presenciar cambios significativos en las políticas de Estado, las cuales reflejan el compromiso del binomio presidencial de construir una nación más justa, decente e inclusiva.
La designación de la coronela Hilda Obeyda González Klusmann como comandante Regional de Entrenamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (Creompaz) marca un hito en la milicia y pone en relieve la determinación del mandatario Bernardo Arévalo de imponer la equidad de género en las fuerzas armadas.
“Históricamente, ya se han dado nombramientos de señoras oficiales en jefaturas o direcciones relacionadas con trabajos administrativos, siendo este el primero como comandante, requisito indispensable para aspirar al grado de Generala de Brigada”, refiere una información del Ministerio de la Defensa Nacional (Mindef).
Esta designación y la de otras tres damas en cargos de primera fila van en consonancia con el discurso que el dignatario asumió como Comandante General del Ejército, en el cual reiteró que el plan de Gobierno busca garantizar la equidad de oportunidades con base en la pertinencia cultural y de género.
“Se abrirá el camino para que las mujeres militares puedan competir, profesionalmente, en condiciones de igualdad”, destacó, previo a revelar una de sus grandes aspiraciones: nombrar a la primera Generala de Brigada.
Si bien aún resta mucho camino por recorrer, lo cierto es que el Organismo Ejecutivo viene imponiendo un nuevo estilo de trabajo, en el que se exponen detalles como un Gabinete equilibrado entre hombres y damas o la decisión de la vicemandataria Karin Herrera de definir acciones y programas que permitan a las féminas realizarse en todos los sentidos de la vida.
Aspirar a una Guatemala inclusiva y llena de ventajas para todos y todas empieza a pasar de una utopía a una realidad indiscutible.