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Los aspirantes a la Presidencia de El Salvador pusieron fin ayer a la campaña electoral que comenzó el 3 de octubre del pasado año, y durante la cual apenas ha habido debate político, en buena medida porque el actual presidente, Nayib Bukele, sobresale como el favorito, con más del 80 por ciento, según las encuestas nacionales.
A partir de la medianoche comenzó un espacio de silencio, dado que el Artículo 175 del Código Electoral prohíbe a los candidatos, partidos políticos, medios de comunicación, organizaciones y ciudadanos en general “hacer propaganda” durante los “tres días anteriores a los comicios” y en el propio día del evento. Además, el Artículo 245 del Código Electoral de esa nación establece multas para los transgresores.
El cese propagandístico busca que los más de 5.5 millones de ciudadanos, convocados a participar en los comicios del próximo domingo, reflexionen sobre su intención de voto, “en un proceso marcado por la polémica candidatura a la reelección inmediata de Bukele para un segundo mandato consecutivo, a pesar de que la Constitución no lo permite”, según diversos analistas.
“Estamos ante una elección que es cero competitiva, sin una cancha igualitaria.” Gabriela Santos Directora del Idhuca
Los tanques de opinión señalan que la actual contienda ha sido “atípica” y “desigual”, debido a que el partido oficialista Nuevas Ideas (NI) y su candidato acapararon el espacio de propaganda y relegaron a la oposición, la cual asegura que no se le proporcionaron los medios pertinentes.
El vicerrector de Proyección Social de la Universidad Centroamericana (UCA), Omar Serrano, refirió que “estamos ante una de las campañas más desequilibradas en la historia reciente del país, asimétrica, con una diferencia en recursos y en mediática que dispone el Gobierno con el uso de recursos públicos. Desigualdad que se va a plasmar en los resultados, si no pasa algo extraordinario”.
Asimismo, los partidos de oposición, como los históricos Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) atribuyen a la falta de recursos por parte del Ministerio de Hacienda la baja que han tenido, en comparación con otras oportunidades.
El caballito de batalla
Por su parte, Bukele basó su promoción en la, también, polémica medida de régimen de excepción, implementada por su gobierno desde marzo de 2022 para combatir a las pandillas y que suspende garantías constitucionales.
No obstante, los otros aspirantes mencionaron el tema, pero sin planes o acciones contundentes para resolver en un corto, mediano o largo plazo los principales problemas de la población.
De hecho, la situación económica ha desplazado a la delincuencia como la principal preocupación de los salvadoreños, ya que, según una de últimas encuestas, el 32.8 por ciento de la población considera que el “principal problema es la economía”, y el desempleo, como segundo.
Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos (Idhuca), apuntó que el contexto electoral actual es “bastante lamentable” porque “vemos que no hay propuestas de ningún tipo, acá no han pesado las propuestas sobre los principales desafíos del país, mucho menos sobre derechos humanos”.