El tradicional saludo de año nuevo que realiza el Cuerpo Diplomático acreditado en el país, por medio del nuncio apostólico, Francisco Montecillo, se convirtió en un acto de fe y respaldo a la construcción de una nación que anteponga la justicia, prosperidad e inclusión que impulsa el binomio presidencial integrado por Bernardo Arévalo y Karin Herrera.
El apoyo unánime de la comunidad internacional también envió mensajes claros y contundentes a quienes creen que pueden evitar el surgimiento de la “nueva primavera”, la cual nació en las urnas y creció a lo largo de los cuatro puntos cardinales de la república. También, es un reconocimiento a los sectores sociales, principalmente, indígenas y jóvenes, que bloquearon cualquier intento trasnochado que pretendía revertir el mandato popular de combatir y castigar la corrupción.
En la parte medular de su mensaje, Montecillo destacó que los Estados hermanos secundarán y alentarán los “programas a favor de la justicia, prosperidad, unidad y paz” que implemente la nueva administración de Gobierno.
La contundente posición de la comunidad internacional es precedida por pronunciamientos de presidentes y jefes de Estado, quienes solicitaron que se respetara la voluntad popular reflejada en las urnas los pasados 25 de junio y 20 de agosto, cuando los compatriotas relegaron a la vieja política y apostaron por figuras que defienden los mismos principios que los electores: la democracia, justicia social, transparencia, igualdad e inclusión.
Estos gestos solidarios de los diplomáticos fueron correspondidos por el mandatario, quien refrendó la razón de ser de su gestión: “El combate frontal al autoritarismo intolerante y corrupto que ha erosionado el optimismo democrático” de una nación que se niega a rendirse y a continuar soñando por un futuro más esperanzador y justo.