Sebastián Toledo
Al igual que los distintos sectores de la sociedad guatemalteca, las personas con discapacidad tenemos muchas expectativas de las autoridades que dirigirán la nación para los próximos cuatro años. Durante el proceso de elecciones, la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Personas con Discapacidad (Copdigua) junto a otros grupos, fuimos recibidos, tanto por la doctora Karin Herrera como por el doctor Bernardo Arévalo y la primera dama, para escuchar y recoger las demandas de la población con discapacidad.
Es justo indicar que, por primera vez, se abordan los asuntos de discapacidad con tanta receptividad por las autoridades electas, gesto que motiva la confianza y esperanza del sector, pues se percibe la voluntad política hacia los asuntos de discapacidad. Una población que ha enfrentado actos de exclusión y marginación a lo largo de la historia, los que pese a compromisos de anteriores gobiernos, siguen sin sentarse bases para su solución.
En las dos últimas décadas, la dirigencia nacional del sector, en congruencia con los instrumentos internacionales promovidos por el movimiento mundial de discapacidad, ha venido planteando agendas con justas demandas. Luego de revisar, actualizar y fortalecer varias de estas, se ha entregado a las nuevas autoridades un listado de acciones prioritarias a abordar por la institucionalidad pública en general.
El trabajo requerirá del concurso de todos los sectores relacionados
Entre los planteamientos se destaca la certificación de las personas con discapacidad, para que con base en ello, las instituciones de Estado generen los apoyos que requiere cada persona. Así como la promoción de los derechos laborales, la educación inclusiva, su inclusión en los programas sociales con fines de desarrollo y la transversalidad de los asuntos de discapacidad en todas las políticas y programas de Estado.
Estamos plenamente conscientes de que el trabajo requerirá del concurso de todos los sectores relacionados, porque la reducción de las cifras de una histórica exclusión no será una labor nada fácil. Contamos con la voluntad de apoyo de las nuevas autoridades desde el más alto nivel político, pero el acompañamiento que debemos dar desde nuestras organizaciones será un aporte sumamente necesario.
Al insistir en los planteamientos durante la etapa de transición, hacemos los mejores votos por el éxito de la nueva gestión gubernamental. Un hecho que será de esa manera, siempre que los distintos sectores de la sociedad apoyemos como corresponde la nueva primavera que nuestro país merece.