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Con un gol en el último suspiro, el argentino Lautaro Martínez coronó al Inter como Supercampeón de Italia por tercer año consecutivo y por octava vez en su historia al derrotar a un Nápoles (0-1), al que condenó la expulsión del argentino Giovanni Simeone al principio de la segunda mitad.
Lautaro; siempre el Toro Martínez. Es el emblema actual del Inter, el líder nerazzurro que representa el funcionamiento de un equipo que no falla desde hace mucho, exactamente el mismo lleva sin hacerlo su capitán.
El Inter llegó a Arabia como favorito y se fue como gran monarca. Con el argentino es todo mucho más fácil, porque siempre aparece, está para inclinar la balanza con una acción clave. La última ha significado otro título. Nada nuevo.