Juan Everardo Chuc Xum
Por lo general, cuando se habla de cultura en Guatemala, luego se asocia al arte, literatura, teatro, música clásica, música popular, bailes regionales, juegos, cocina, vestido, gastronomía, tradiciones y costumbres, entre otros; y es sobre estos temas que se ha desarrollado más el quehacer de la institucionalidad del Estado hasta ahora.
Pero Guatemala debe apostar un poco más por las culturas de los pueblos indígenas, que es profunda y singular en el mundo; esto significa fortalecer las expresiones de la pluriculturalidad para contribuir a un desarrollo humano armónico e integral.
La cultura profunda de los pueblos originarios descansa también en las relaciones padres-madres / hijos /as – abuelos /as/, relaciones sociales en diversos contextos, cosmovisiones, relaciones humanidad/naturaleza, manifestaciones espirituales, modelos de relaciones entre superiores/ subordinados, prácticas de relaciones de amor, conceptos de justicia, motivaciones para el trabajo, conceptos de liderazgo, modelos de toma de decisiones, importancia del servicio comunitario, teorías sobre enfermedades, enfoques para resolver problemas, conceptos de pasado y futuro, preferencias por lo competitivo o cooperación, lenguajes corporales, formas de tratar las emociones, entre muchos más, y porque la cultura está en todo lo que se ha logrado construir como sociedad y que tiene raíces en el pasado y se alimenta del presente y el futuro.
Revalorar las culturas significaría una acción positiva ante la nación multiétnica, pluricultural y multilingüe.
“La cultura no es, pues, un instrumento del progreso material: es el fin y el objetivo del desarrollo, entendido en el sentido de realización de la existencia humana en todas sus formas y en toda su plenitud” (Nuestra Diversidad Creativa. Decenio Mundial para la Cultura y el Desarrollo. 2 1988-1997).
Por lo tanto, es imprescindible y urgente revalorar las culturas, lo que significaría una acción positiva ante la nación multiétnica, pluricultural y multilingüe; asimismo, una muestra más de honra a los compromisos contraídos con las normas legales nacionales e internacionales en materia de derechos humanos y libertades fundamentales y en seguir avanzando en la promoción de la democracia y al derecho a la libre determinación de los pueblos Maya, Xinka, mestizo y Garífuna para alcanzar bienestar y una vida plena de los guatemaltecos.