Laura Díaz
laura.diaz@conjuve.gob.gt
La juventud representa el impulso necesario que marcará el rumbo de las vidas, determinando el logro de sueños y metas, y constituye la esencia misma de la existencia humana. Desde esta perspectiva, la juventud se revela como la etapa crucial en la que se toma conciencia de que los sueños, moldeados por las acciones, pueden cambiar e impactar el mundo que se habita.
La juventud es una condición compartida por todos, aunque algunos la abandonan antes de los 30 años, mientras que otros la conservan indefinidamente al persistir en la lucha por sus sueños.
Según las Estimaciones y Proyecciones de Población, del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2024 esta población ascenderá a 6 290 104 personas entre 13 y 30 años; quienes deberían comprender la importancia de aprovechar esta etapa para enfrentar los desafíos que la vida les presenta y prepararse para las oportunidades que surjan.
Los y las jóvenes de hoy son los portadores de soluciones transformadoras. Buscan transformar los desafíos en oportunidades.
Tanto la sociedad como el Estado deben asumir su responsabilidad en el empoderamiento de la juventud, proporcionando herramientas para forjar una nueva generación consciente de que Guatemala puede alcanzar metas colectivas y un futuro mejor.
No hay metas inalcanzables, y la responsabilidad de las juventudes se extiende más allá de este grupo etario, ya que los resultados impactan a todo el país y son indispensables para elevar el nombre de Guatemala.
Los jóvenes de hoy son agentes de transformación en busca de convertir desafíos en oportunidades y sueños futuros, tanto para sí mismos como para las generaciones venideras. Ante esta realidad, el Estado guatemalteco ofrece espacios específicos para la juventud, como el Instituto de la Juventud y el Deporte (Inaju), en el Ministerio de Educación, y el Consejo Nacional de la Juventud (Conjuve), además de implementar políticas públicas que afectan positivamente a este sector.
Esta columna está dedicada a todos esos jóvenes que, día tras día, se levantan cargados de sueños; aquellos que, cada mañana, acuden a sus lugares de trabajo y, por las noches, continúan sus estudios para aprovechar las oportunidades que muchos no han tenido.