EE.UU, EFE – La Navidad en Nueva York, como en el resto de las grandes metrópolis del mundo, ha perdido casi por completo su original sentido religioso y se reduce a poco más que un pino decorado con figuritas intrascendentes y luces, así como coronas vegetales.
Incluso el tradicional saludo de Feliz Navidad (Merry Christmas) ya ha caído en desuso. En esta ciudad se ha optado desde hace tiempo por el más neutral Felices fiestas, y las escuelas ya no dan vacaciones de Navidad, sino vacaciones de invierno.
En la lengua inglesa, la palabra Christmas (la misa de Cristo, en su origen) remite necesariamente a la figura de Jesucristo, lo mismo que en español la Navidad significa la fecha del nacimiento (natividad) de Jesús, una celebración con la que muchos neoyorquinos pueden no identificarse. Se
calcula que en la Gran Manzana vive 1.6 millones de judíos, 800 mil musulmanes y 400 mil hindúes, y al menos en estos dos últimos casos son poblaciones con un crecimiento exponencial en los próximos años, aunque es difícil que pongan en peligro a la mayoría cristiana de 4.8 millones de personas.
El fenómeno no es exclusivamente neoyorquino, ya que algo parecido sucede en Londres, París o cualquier otra gran urbe que durante siglos ha sido fundamentalmente cristiana y ahora tiene grandes comunidades que profesan otros credos, mientras que las católicas, lo mismo que protestantes viven un creciente proceso de desapego religioso, según analistas consultados por EFE.
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Millones de cristianos radican en la ciudad.