El Organismo Ejecutivo divulgó ayer la Política Migratoria, la cual define las acciones que el Estado de Guatemala seguirá para proteger y ayudar a los connacionales que son retornados al país, tras salir de manera irregular.
Entre otros asuntos sustanciales, el documento prioriza la integración y reintegración de las familias mediante la consolidación de programas que permitan crear oportunidades educativas y laborales, principalmente, en lugares poco favorecidos.
Como se advierte en la introducción del plan, el trabajo es resultado de un proceso colectivo e inclusivo, que facilitó el análisis multidisciplinario y el abordaje multisectorial de las soluciones.
Además de la unificación de los hogares, la propuesta incluye otros tres ejes centrales: Derechos humanos y grupos en situación de vulnerabilidad, que aborda formas para garantizar el pleno respeto de las garantías individuales y sociales, mediante el combate de la discriminación y la xenofobia y la facilitación del acceso a servicios públicos.
En este sentido, se señala la necesidad de continuar enfrentando y avanzando en la reducción de crímenes como la trata y explotación sexual, las extorsiones y delitos que atentan contra los guatemaltecos y sus propiedades.
Otro compromiso asumido tiene que ver con los Servicios migratorios, consulares y gestión integral de fronteras, con el objetivo de robustecer los controles y facilitar el ingreso de ciudadanos en las entradas terrestres, aéreas y marítimas de la nación, lo cual está ligado al fortalecimiento de las capacidades de los servidores públicos, con el fin de optimizar los trámites.
Finalmente, la herramienta promueve la Migración y desarrollo sostenible, que se resumen en el robustecimiento de iniciativas nacionales e internacionales que orienten movimientos seguros, ordenados y regulares de personas, que en el mejor de los casos se sustenten en la gestión de permisos laborales idóneos y calificados.