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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) subió ayer un 0.6 por ciento su proyección de crecimiento del PIB regional para este año, del 1.7 por ciento estimado en el pasado septiembre, al 2.2 por ciento, pero alertó sobre los riesgos de “mantener una senda de bajo
rendimiento”.
En tanto que para 2024 estima que podría caer hasta el 1.9 por ciento, lo que implica una desaceleración respecto de los niveles observados en 2022, indicó el organismo de Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile, en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina (AL) y el Caribe 2023.
“Es necesario escalar las políticas de desarrollo productivo con una mirada en sectores estratégicos dinamizadores, impulsar políticas para promover la inversión pública y privada, y adecuar el marco de financiamiento para potenciar la movilización de recursos”, dijo el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.
Pese a que todas las subregiones mostrarán un menor crecimiento en 2023 con respecto a 2022, el informe destaca la heterogeneidad que existe entre los países del área.