Leonel Guerra Saravia
El vínculo afectivo es un sentimiento de amor y empatía el cual une a las personas a nivel interpersonal. Emociones como la solidaridad, comprensión, cariño y ayuda mutua nacen a partir de este vínculo. ¿Cómo tener una relación afectiva? ¿Cuáles son los puntos claves para tener una gran relación? Quiérete.
Estar cómodo contigo mismo hace de ti una pareja más feliz. Comunícate. Habla con tu pareja sobre tus sentimientos. Sé honesto. Permítanse tener un poco de espacio. Acepten que no están de acuerdo. Perdona y pide perdón. Apóyense. Los ejemplos principales de las relaciones afectivas las encontramos en la relación entre hermanos, la relación con hijos, padres, abuelos y demás miembros de la familia extensa, y las relaciones de pareja.
La relación de pareja es una de las formas de interacción más complejas debido a que están involucrados aspectos biológicos, psicológicos, interaccionales, sociales y culturales, por lo que si se va a hablar de pareja se requiere especificar desde qué perspectiva se va a abordar y en qué contexto. El vínculo afectivo es un sentimiento de amor y empatía el cual une a las personas a nivel interpersonal.
El primer vínculo afectivo se forma con quienes ejercen el papel de padres.
Emociones como la solidaridad, comprensión, cariño y ayuda mutua nacen a partir de este vínculo. La presencia temprana en la vida humana de un vínculo afectivo estable, duradero y adecuado es indispensable para un correcto desarrollo integral, ya que la seguridad y bienestar que estos brindan son clave para la autoestima y autonomía de los individuos a futuro.
El primer vínculo afectivo se forma con quienes ejercen el papel de padres durante los primeros años de vida, este no está relacionado directamente con la convivencia o los lazos de sangre, sino que es algo que se crea y construye progresivamente entre personas cuyas acciones den lugar a los sentimientos propios de este tipo de relaciones. Es cuando la ausencia de la figura de apego no genera angustia ni preocupación excesiva.
Se dice que los niños con apego seguro son más felices ya que sus padres han sabido como satisfacer todas sus necesidades en las diferentes etapas de su vida. siempre haciendo que se sientan queridos y parte de la familia, siendo siempre empáticos, sensibles y estando disponibles para ellos. De esta manera el niño se siente amado, su autoestima es positiva, confía en sus habilidades y en su valor, y tiene facilidad para comunicar sus sentimientos y emociones.
Estos niños al convertirse en adultos suelen ser personas mucho más estables, que confían en ellos mismos y en las demás personas de su entorno. Hablamos de tipos de vínculos afectivos inseguros cuando el cuidado por parte de los padres hacia en niño no ha sido del todo satisfactorio como consecuencia de la falta de sensibilidad y de empatía.
En la edad adulta, estas personas no tienen una expectativa alta sobre la vida y acostumbran a valorarse poco e inicialmente desconfían las demás personas así ellas tengan buenas intenciones.