Dr. Jorge Antonio Ortega G.
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Lo desfavorable de los resultados de la conducción militar del coronel Arzú en la primera ofensiva contra los salvadoreños impulsó a los imperialistas guatemaltecos unidos al Brigadier Gaínza a pedir apoyo al Imperio de Iturbide, el cual accedió al proporcionar una unidad militar al mando del Brigadier Don Vicente Filísola, que se encontraba acantonada en Chiapas.
Mientras las operaciones militares estaban en suspenso entre Guatemala y El Salvador, llegó a Chiapas el Brigadier Vicente Filísola al mando de una unidad de más de medio millar de hombres, aproximadamente. Desde allí envió una notificación al coronel Arzú: “No comprometer acción alguna, intertanto él llegara”, por otros medios el Brigadier Gaínza ordenaba que de inmediato se diera el ataque sobre la ciudad de San Salvador.
El 12 de junio de 1822, la columna mexicana ocupó la capital de Guatemala, dicha unidad militar la denominaron Socorro Mexicano. Estaba conformada por un escuadrón de caballería y unidades de Infantería cuya fuerza estaba constituida aproximadamente por 600 elementos, según reportes de la época.
El 22 de junio del mismo año, Filísola se hizo cargo del gobierno y en los testimonios rescatados del pasado se logra reconstruir la intervención mexicana para someter por medio de las armas a la provincia de San Salvador e integrarla al Imperio de Iturbide: “Dándole un nuevo giro a política, pero siempre con las miras de consolidar la unión de todas las provincias a México, comenzó por poner en ejecución su proyecto, buscando la manera de hacer convenir a los salvadoreños por medio de un acomodamiento que evitara la efusión de sangre…” (Rodríguez, 1921).
”Los centroamericanos tenemos un pasado en común, un presente a compartir y un futuro a construir en paz“. Goja.
Los dirigentes salvadoreños, con la intención de ganar tiempo para mejorar sus defensas, aceptaron celebrar una reunión para lograr un alto a las hostilidades,mientras se reunió el congreso salvadoreño para debatir su incorporación al Imperio de Iturbide. Las autoridades salvadoreñas delegaron a Don Antonio Cañas a Don Francisco Sosa, y Filísola Comisionó al Coronel Codallos y a don Luis González Ojeda para llevar a cabo las diversas negociaciones para un armisticio, lo cual se logró el 10 de septiembre.
Mientras Se suspendieron las hostilidades, el Congreso de El Salvador deliberó sobre la incorporación al Imperio De Iturbide. El 28 de septiembre la Junta Gubernativa de El Salvador ratificó el armisticio, el cual fue ignorado por el Monarca, que ordenó al Brigadier Filísola atacar a San Salvador. Los preparativos se iniciaron de inmediato, yel 26 de octubre el Brigadier Filísola, al mando de las unidades que dispuso para las operaciones militares, ocupó Santa Ana,en noviembre, donde se agregaron los imperialistas de Sonsonate.
La toma de Texistepeque y Metapán, por la fuerza imperial, les permitió el avance a las profundidades del eje de ataque, utilizaron la Hacienda Mapilapa como puesto de mando de las operaciones ofensivas frente a las fortificaciones del Atajo y Milingo, situación que se mantuvo hasta el 6 de febrero de 1823 sin mayores novedades en el frente.
El Ejército Imperialista llegó con el contingente de Guatemala, el de San Miguel y Honduras Con dos mil elementos, situación que puso en desventaja a los salvadoreños y que fueron superados por la artillería. La confrontación se consolidó en la capital salvadoreña y debido al impulso ofensivo de las tropas invasoras imperialistas que encabezaban el ataque, las tropas salvadoreñas cedieron el terreno en sucesivas operaciones retrógradas, así lograron ganar tiempo para fortalecer la defensa en profundidad…
Este episodio político militar del pasado centroamericano marca el inicio de los 22 meses de la anexión al Imperio de Iturbide, el cual colapsó y generó un proceso de separación que dio vida al proyecto ambicioso de la República Federal del Centro de América con la promulgación de la Constitución de 1824.