Ing. Enrique Cossich Mérida
Coordinador y Director Ejecutivo
Recientemente se realizó una cumbre de representantes de América Latina y el Caribe, donde se llevó a cabo un intercambio de impresiones respecto a los desafíos y oportunidades que plantea el uso de la inteligencia artificial (IA) en la región; esto ya que se tiene claridad del impacto positivo que puede tener la IA en la vida de las personas y las nuevas oportunidades para el desarrollo que se abren con las mismas dado el acelerado desarrollo que han tenido.
Sin embargo, es fundamental garantizar que los mismos derechos y deberes que aplican en el entorno natural de las personas apliquen en los entornos digitales y es por lo que los gobiernos tienen la obligación de establecer un marco legal para el desarrollo de esas tecnologías, y de igual forma garantizar que existan condiciones de equidad, respeto de los derechos humanos, privacidad seguridad y transparencia para las personas que utilicen o se beneficien de esas tecnologías, así como para el manejo de sus datos personales.
Se tuvo como referencia la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial de la Unesco, un documento que se basa en derecho internacional y que puede ser usado para el análisis de los países de la región para emitir recomendaciones que apliquen a nivel regional sobre el uso responsable de la IA.
Es fundamental establecer espacios y herramientas de divulgación y discusión para que la población comprenda el impacto de estas tecnologías en sus vidas y se beneficie de ellas.
En el intercambio de experiencias se conoció de algunas buenas prácticas en la región en países que se encuentran avanzados en la materia, pero también se destacó que los avances no han sido similares para todos los países lo cual obedece a las capacidades, las estrategias digitales y los avances en la automatización de estos.
Algunas de las preocupaciones expresadas se relacionan con el surgimiento de desigualdades y brechas que se generan en la aplicación de la inteligencia artificial dada la falta de regulación en la materia. De igual forma respecto a la privacidad de los datos y el reacomodo que se da en los mercados laborales, en particular de aquellos trabajos que pueden ser optimizados con esas tecnologías y provoquen el traslado de las personas de una ocupación laboral a otra.
Los países han llevado diferente ritmo para la adopción de la IA en sus procesos de renovación tecnológica de la función pública para beneficiar la forma como se atienden a las personas y se les entregan los servicios públicos.
Es por lo que se estima que existe una ventana de oportunidad para los países de la región con base en las experiencias de otros, en particular de aquellos donde el uso de esas tecnologías se encuentra bastante extendido.
El reto para los gobiernos de América Latina y el Caribe, siguiendo el ejemplo de otros bloques de países, es el implementar la gobernanza de esas tecnologías y se hace necesario abrir espacios de diálogo con las empresas desarrolladoras, academia y los diferentes actores para generar un marco que garantice el respeto de los derechos de las personas y el manejo ético de sus datos, tanto en el ámbito público como en el privado.
En la reunión se acordó que los países de la región deben comenzar a trabajar en la elaboración de políticas y estrategias que garanticen que el desarrollo y uso de esas tecnologías se haga en un marco seguro, ético y responsable.
Para ello es necesario hacer una revisión de la normativa legal aplicable a los países y encontrar consensos de reglas que puedan aplicar a todos. Además, es fundamental establecer espacios y herramientas de divulgación y discusión para que la población comprenda el impacto de estas tecnologías en sus vidas y se beneficien de ellas.
En el evento, los países acordaron crear un grupo de trabajo para fortalecer las capacidades regionales y en los próximos meses se espera se puedan tener los espacios de reunión para que los países avancen en una agenda común.