La atención de las urgencias sociales ha sido una meta cubierta de manera constante por el Gobierno, dado que representan las necesidades que, en materia de salud, educación, infraestructura, seguridad, etcétera, afligen a las grandes mayorías que, hasta hace 3 años y medio, eran ignoradas en las políticas de Estado.
Una revisión de la ejecución del llamado gasto social ampliado, de enero a agosto recién pasados, refleja que lejos de disminuir, el compromiso del presidente Alejandro Giammattei se incrementó año con año, al punto de promover y aumentar los desembolsos, estratégicamente, creados para las comunidades en situación de desventaja económica.
De esa cuenta, los destinos suman Q37 494 millones, cantidad que supera en Q4606.8 millones lo destinado en el mismo período en 2022, cuando se destinaron Q32 887.2 millones. Conviene anotar que el citado rubro incluye los compromisos asumidos por el país en los Acuerdos de Paz, suscritos en diciembre de 1996, específicamente en materia de seguridad y justicia.
“Adicionalmente, a favorecer una vida digna y mejorar las oportunidades de empleo y el acceso a la enseñanza pública y a los servicios médicos, los recursos consolidan la protección de la vida y bienes de los ciudadanos”, refiere el Minfin, que sintetiza que la colocación de efectivo promueve la prosperidad individual y colectiva de los connacionales, quienes ven con másoptimismo y esperanza su vida y la de los suyos.
Del 14 de enero de 2020 a la fecha, cuando asumió la actual administración, las autoridades no han claudicado en su empeño de asistir a mujeres, niños, adultos mayores e indígenas. Los programas y proyectos creados para ellos les han dejado huellas positivas, así como a sus familias, algo que dejará recuerdos imborrables en los beneficiados y en los equipos que han tenido la oportunidad de cumplir con la obligación asumida por el jefe de Estado: servir y no servirse de la administración pública.