Mikaela Christiansson
Especialista en la Coordinación para el Desarrollo (SARC), Oficina de la Coordinación Residente
El multilingüismo es un valor fundamental de la Organización de las Naciones Unidas. Además de favorecer el diálogo, la tolerancia y el entendimiento, el multilingüismo es un prerrequisito para la participación efectiva de todas las personas en las decisiones que les afectan.
El multilingüismo es una prioridad del Secretario General de la ONU, António Guterres, a fin de promover, proteger y preservar la diversidad de idiomas y culturas en todo el mundo.
La lengua de señas es uno de los idiomas que requieren dicha promoción y protección. Más de 300 diferentes versiones de lengua de señas son utilizadas por 70 millones de personas sordas en todo el mundo. En Guatemala, según cifras del Comité Pro-Ciegos y Sordos, hay alrededor de 250 mil personas con algún grado de discapacidad auditiva, quienes, en muchos casos, se comunican utilizando la lengua de señas.
En 2017, la Asamblea General de la ONU proclamó el 23 de septiembre como el Día Internacional de las Lenguas de Señas, en reconocimiento a la importancia de preservar las lenguas de señas como parte de la diversidad lingüística y cultural.
La lengua de señas nacional en el contexto del multilingüismo y de la diversidad lingüística.
Cada año se celebra este día por parte de las comunidades de personas sordas, los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, en todo el mundo, para concienciar sobre la importancia de la lengua de señas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas. Esta celebración también está alineada con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la cual indica que las lenguas de señas son iguales a las lenguas habladas y que los Estados parte se comprometen a reconocer, aceptar y promover el uso de las lenguas de señas.
Guatemala, como Estado miembro de dicha Convención, aprobó en 2020 la Ley de Lengua de Señas de Guatemala (Decreto 3-2020) para regular el reconocimiento, desarrollo, uso y fomento de la lengua de señas nacional. Esta Ley reconoce el derecho de todas las personas sordas a acceder a la enseñanza en lengua de señas y exhorta al Estado a asegurar la accesibilidad de las campañas de comunicación e información social, entre otros a través de la interpretación en lengua de señas.
Como resultado de la aprobación de esta Ley, hay interpretación en lengua de señas en las transmisiones de diversos medios de comunicación y canales oficiales.
Estoy convencida de que la comprensión y sensibilización resulta clave para seguir logrando más avances en términos de la comunicación y el diálogo con las personas que utilizan lenguas de señas. En lo personal, desde la infancia se me inculcó la importancia de los idiomas. No podría trabajar en el Sistema de las Naciones Unidas, ni podría escribir estos párrafos, si no fuera multilingüe. En los últimos dos años he tenido la oportunidad de profundizar en el entendimiento de los derechos de las personas con discapacidad, específicamente sobre los principios de la comunicación inclusiva y accesible.
Sin embargo, no fue sino cuando empecé a aprender la lengua de señas que nació en mí una comprensión muy distinta de estos principios. Entendí que las lenguas de señas son estructuralmente distintas de las lenguas habladas. Aprendí a comunicarme no solo con palabras, sino también a través de la expresión facial y el lenguaje corporal. Comprendí que la terminología y la estructura de las frases no importan, sino que lo central siempre debe ser el poder transmitir una idea en la forma más apta para el destinatario.
En ese sentido, la comunicación inclusiva –incluyendo la interpretación en lengua de señas– resulta clave para que todas las personas puedan participar, en línea con el lema “nada sobre nosotros sin nosotros”. Aunque debemos promover la diversidad y la inclusión todos los días, el Día Internacional de las Lenguas de Señas es una oportunidad idónea para sensibilizar sobre la importancia de la lengua de señas, en beneficio de las personas sordas y de la comunidad en general.