Alejandro Martínez Carrasco
Profesor del Grado en Filosofía, Política y Economía
Novela fascinante, compleja y trepidante, recoge y entrelaza con gran fuerza narrativa todos los mitos del western: pistoleros, jugadores, sheriffs, jueces indolentes, poderosos sin escrúpulos, indios, mujeres puritanas, mujeres de vida azarosa, mineros, sindicalistas, calles polvorientas, caravanas, la caballería del ejército, duelos, rencor, venganza, valor, miedo, soledad, impotencia, traición, muerte.
Situada a inicios de la década de 1880, cuenta los conflictos y tensiones de esta pequeña población que lucha por florecer: desprotegida por la lejana, pasiva y corrupta autoridad del condado que apenas provee de un ayudante de sheriff para hacer frente a una peligrosa banda de cuatreros y a las luchas de los propietarios de prósperas minas de plata con la muchedumbre de mineros que trabajan en duras condiciones, el comité de ciudadanos decide contratar a título privado los servicios de Clay Blaisedell, legendario pistolero que posee unas armas con la empuñadura dorada (lo que da título a la versión castellana de su adaptación cinematográfica), para defenderlos. Una novela coral, sin protagonista central, narrada a través de diversos personajes y con múltiples focos de acción y atención; una novela por la que, además de villanos de muy diverso pelaje, desfilan héroes y líderes, sin que siempre coincidan unos y otros.
Dentro de los héroes, destaca sin duda la figura de Blaisedell. Hombre duro, valiente, educado, con sombras en su pasado pero que cumple con su deber protector y salvador con rectitud y un peculiar y fuerte sentido del honor. Pero entre los que también se puede incluir, sin desvelar mucho la trama, a Morgan, el permanente acompañante de Blaisedell, misterioso y turbio jugador, también duro y valiente y con un peculiar y fuerte sentido del honor, dispuesto al sacrificio desinteresado.
Estos rasgos y el carácter heroico de sus acciones decisivas son admirables, pero no dejan de ser personajes solitarios que van por libre, aunque actúen al servicio de los demás.
Entre los personajes que más se aproximan a la figura de líder destacan los ayudantes del sheriff, Carl Schroeder, y, sobre todo, Johnny Gannon. En un puesto que supone una seria amenaza para su vida y sin apenas apoyo administrativo, representan la única autoridad legítima y legal en Warlock.
Continuará…