Foto: Cortesía Minfin
Guatemala tiene un buen historial en cuanto a la coordinación de las políticas fiscal y monetaria que ha permitido mantener la estabilidad económica como pilar fundamental del crecimiento y desarrollo del país, resalta el Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin).
Ello, porque en la creación de un contexto macroeconómico que impulse la prosperidad es clave la gestión en la recaudación y administración tributaria, lo cual debe ir acompañado de una eficiente administración de los recursos y un prudente manejo del gasto público.
Para coadyuvar en la consecución de la referida estabilidad y, conforme lo establecido en la Constitución Política de la República, el Minfin participa en la Junta Monetaria (JM), cuerpo colegiado cuya principal función es la definición e implementación de medidas de política económica en los ámbitos monetario, cambiario y crediticio, que facilitan la estabilidad en el nivel general de precios.
¿Qué se espera en corto plazo?
La economía podría registrar un menor ritmo de crecimiento, pero se ubicará en su nivel potencial, la inflación se reducirá en este año y muy probablemente se encontrará en el rango meta del Banco de Guatemala, mientras que la política fiscal será neutral o levemente contractiva para evitar presiones inflacionarias.
Un caso de buena práctica
De acuerdo con el viceministro de Ingresos y Evaluación Fiscal, Saúl Figueroa, uno de los ejemplos de exitosa coordinación entre las citadas políticas se vio en 2020, cuando, a raíz de la crisis del
Covid-19, el banco central otorgó un préstamo al Organismo Ejecutivo para enfrentar los efectos de la pandemia.
Guatemala enfrentaba una crisis, derivada de la contracción de la actividad económica con el cierre de comercios, caída de las ventas y restricción de la producción, por lo que el préstamo del banco central brindó la posibilidad de expandir la economía y compensar la caída de la oferta y la demanda agregadas, a través de gastos fiscales.
“En 2022 alcanzamos el 12 por ciento de carga tributaria, generándose un estabilizador contracíclico con el aumento en el nivel impositivo.” Saúl Figueroa Viceministro de Ingresos y Evaluación Fiscal
El préstamo del Banguat al Gobierno representó alrededor del 2.1 por ciento del PIB, unos Q11 mil millones que posibilitaron los programas de asistencia social, de préstamos y de mantenimiento de empleo, que hicieron que la actividad económica no cayera tanto.
Esta medida extraordinaria permitió que en 2020 Guatemala fuera uno de los pocos países cuyo nivel de actividad económica apenas se contrajo un 1.8 por ciento, mientras que la mayoría de los países experimentaron contracciones más agudas. Obviamente esto implicó, en el caso de la política fiscal, que ese año el déficit se situó en alrededor del 4.9 por ciento del PIB, también inferior a lo experimentado en otras naciones del mundo.
• Con información del Minfin