Dr. Jorge Antonio Ortega G.
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Explorar en la complejidad del pasado es como recorrer un laberinto de luces, sombras, voces y fantasmas. Es caminar entre andamios de dudas y respuestas inconclusas, la mayoría de ellas cargadas de prejuicios que señalan diversas rutas.
Encontrar el punto de inicio de los ingenieros militares en nuestro pasado nacional requiere de una visualización amplia y clara de los monumentos prehispánicos que dan fe de la naturaleza defensiva de sus edificaciones, el uso adecuado del terreno y su preparación. Como ejemplo de este tipo de diseños: Zaculeu, Mixco Viejo, Gumarcaj, Tikal y muchos más.
La presencia constante de los piratas en el Nuevo Mundo obligó a la Corona Española a enviar a los primeros ingenieros militares para fortificar la costa atlántica, en el caso de la Capitanía del Reino de Guatemala, fue el ingeniero militar Martín de Andújar, quien hizo una inspección en el Castillo de San Felipe en 1669.
El 29 de julio de 1773, día de Santa Marta, el ingeniero militar Antonio Marín inició una inspección de los daños provocados por los movimientos sísmicos en la Muy Leal y Muy Noble Ciudad de Santiago de los Caballeros, y luego fue comisionado para buscar un nuevo asentamiento para la sede de la Capitanía General del Reino de Guatemala.
De esa época, es necesario mencionar a los ingenieros militares Luis Diez de Navarro (quien tuvo a su cargo la construcción del Palacio de los Capitanes, la Universidad de San Carlos y el primer trazo de la Nueva Guatemala de la Asunción), a Juan Bautista Jáuregui, Antonio Porta y otros.
En la época del capitán general Rafael Carrera se construyeron dos bastiones, el Castillo de San José de Buenavista (26 de mayo 1846) y el Castillo de San Rafael de Matamoros (24 de octubre de 1858), el primer ingeniero militar que registró la bitácora militar guatemalteca fue el agrimensor José María Cervantes, a quien el capitán general Rafael Carrera le concedió el honor de incorporarlo al Ejército Republicano como ingeniero militar. La creación del Cuerpo de Ingenieros se dio el 9 de agosto de 1871. Lo más interesante de la Revolución Liberal en el campo de la ingeniería militar fue la fundación de la Escuela Politécnica, los ingenieros militares fueron medulares para el desarrollo del proyecto de nación, se crearon las compañías de zapadores y luego el Batallón en 1890.
En la época cabrerista, fue el teniente coronel de ingenieros Francisco Vela quien hizo un levantamiento topográfico nacional y lo consolidó con el Mapa en Relieve del Hipódromo del Norte. Se inició la viabilidad del país en el gobierno del general Jorge Ubico, quien eliminó las fronteras interiores del territorio nacional con el aporte de los ingenieros militares y los maestros de caminos; todos ellos, oficiales recién graduados.
Luego de esta época, apoyaron los proyectos de la Revolución del 44, el coronel de ingenieros Juan de Dios Aguilar, quien visualizó la Barranquilla y diseñó la Ciudad Olímpica para cumplir con el compromiso de los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1950.
Luego, la Contrarrevolución continuó con la carretera al Atlántico. En el gobierno de Ydígoras se estableció la Acción Cívica del Ejército y los ingenieros militares iniciaron la perforación de pozos, construcción de escuelas, así como caminos de penetración.
Luego del terremoto del 4 de febrero de 1976, todos los ingenieros militares y zapadores, hombro con hombro, y los ciudadanos descombraron la ciudad capital y liberaron los caminos.
En el Conflicto Armado Interno (CAI), estuvieron en apoyo directo a las tropas y a la población en general. Los caminos y puentes en las áreas conflictivas son los monumentos a los ingenieros militares que murieron en combate por una mejor Guatemala. Cuarenta y nueve (49) de ellos entregaron su vida por nuestra libertad. En el 2003 se graduaron las primeras cuatro mujeres guatemaltecas en el Arma de Ingenieros.
Son los ingenieros militares los llamados a lanzar puentes entre pueblos en conflicto, abriendo brecha entre la incomprensión ideológica, desminando el odio entre hermanos y sembrando las bases para la construcción de la paz.