En una charla online organizada por el Design Lab de la Universidad Adolfo Ibáñez, el jefe de propiedad intelectual UAI, Luis Nilo, abordó la forma en que un proyecto puede ser protegido, identificando los elementos necesarios a considerar para las distintas fuentes de financiamiento.
Con el fin de apoyar a quienes quieren emprender, Luis explicó los pasos a seguir cuando se requiere pedir financiamiento, que, señaló, ocurre cuando se quiere financiar un negocio, cuando el modelo de negocio necesita de un impulso inicial, también para el desarrollo de prototipos, y para tener capital de trabajo y generar crecimiento en ventas.
El jefe de propiedad intelectual UAI, quien también es magíster en Gestión y Emprendimiento Tecnológico de la Universidad Adolfo Ibáñez, y tiene 20 años de experiencia en docencia, gestión tecnológica, investigación y desarrollo, propiedad intelectual, transferencia tecnológica y licenciamiento de tecnologías, indicó que existen dos tipos de financiamiento: el tradicional, que viene de la banca o empresas, y el público.
“Si pensamos desde el punto de vista del financiamiento, cuándo y a quién pedírselo va a depender mucho de la incertidumbre del proyecto. Si yo tengo un desarrollo cuya incertidumbre técnica es muy alta, no me conviene un banco, porque me van a decir ‘esto no es un modelo de negocio probado’. Cuando la incertidumbre comercial es muy baja, cuando ya tengo ventas en el mercado, a lo mejor me conviene el banco.
El experto también habló de tipos de emprendimiento
Va a depender del estado de desarrollo en que me encuentro con mi producto o servicio”, señaló. El experto también habló de tipos de emprendimiento. Señaló que existen tres. Autoempleo: generalmente es para sustento al grupo familiar; la preocupación está en las políticas públicas y/o en el comportamiento de oferta y demanda; y tienen bajo potencial de escalabilidad. Un ejemplo es la venta de ropa en redes sociales.
Crecimiento normal: moderado crecimiento; necesidades de inversión moderadas; potencial de crecimiento. Un ejemplo son los restaurantes que después abren en otras comunas. Alto potencial (startup): oportunidades de crecimiento acelerado; ventas sobre 30 por ciento de crecimiento anual; alto nivel de inversión y nuevos inversionistas; 1MM USD al tercer año. Crecen al doble anual de lo que crecieron el año anterior.
También se les llama emprendimientos de base tecnológica. Tienen activos de propiedad intelectual que les permite atraer inversionistas. Un ejemplo es NotCo. “La premisa es: si quiero tener inversionistas, tengo que tener una estrategia de protección intelectual del producto o servicio que estoy generando”, dijo Luis Nilo.
Nilo también conversó sobre los dos tipos de leyes que existen en Chile para la protección de activos de propiedad intelectual: la Ley 17.336 de Propiedad Intelectual (derecho de autor), que protege todo lo que tiene que ver con obras, bases de datos, softwares, páginas web, etc.; y la Ley 10.039 de Propiedad Industrial, que protege la marca, patentes de inversión, esquemas trazados, terminaciones de origen, etc.