Ana Leticia Aguilar Theissen
Secretaria Presidencial de la Mujer
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Uno de los obstáculos más importantes que enfrentan las mujeres víctimas de violencia es la ausencia de opciones de albergue y acogida para ellas, sus hijos e hijas.
En la experiencia de país, nueve de cada diez viven bajo el mismo techo que su agresor y, muchas veces, la casa no es de ellas y no cuentan con medios de vida para sus necesidades y las de sus familias. Es decir, dependen económicamente del agresor. Eso las obliga a permanecer en el ciclo de violencia, que puede ser física, sexual, psicológica o económica.
Por eso, la Coordinadora Nacional para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres (Conaprevi), presidida por el señor Presidente, está impulsando, a través del Tercer Viceministerio para la Prevención de la Violencia y el Delito, específicamente desde su Unidad para la Prevención Comunitaria de la Violencia (UPCV), del Ministerio de Gobernación, el proyecto Ciudad de la No Violencia contra las Mujeres.
El proyecto está siendo apoyado por la cooperación de Taiwán.
Este proyecto incorpora un enfoque multidimensional que involucra a diversas entidades gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general. Reconoce que la violencia contra las mujeres es un problema arraigado y complejo, para lo cual se han destinado recursos significativos y una sólida voluntad política para enfrentar esta problemática de manera integral, a través de acciones que reorientan la oferta programática institucional de todas las instancias involucradas en la prevención y la atención del fenómeno.
El proyecto está siendo apoyado por la cooperación de Taiwán. Estará ubicado en la Comunidad Chiquito, del municipio de Mixco, y es susceptible de ser replicado en otras regiones del país y viabiliza una necesidad que las organizaciones de mujeres han dejado ver por más de treinta años en Guatemala.
Consiste en 100 viviendas de acogida transitoria para las mujeres víctimas y sobrevivientes, sus hijos e hijas. Está previsto para albergar a mujeres en condición de vulnerabilidad extrema y alto riesgo social.
Contará con espacios para la recreación, la administración y el acceso de las mujeres a servicios esenciales de asesoría legal, salud, educación para ellas, hijos e hijas, apoyo económico y seguridad perimetral. En estos módulos permanecerán hospedadas por un período máximo de seis meses, durante la fase de atención inmediata y el inicio de la fase de recuperación y reconstrucción de su plan de vida. Constituye un hito en la atención de la violencia contra las mujeres y está siendo acogido con beneplácito por múltiples sectores de la sociedad.