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Una multitud arropó a Francisco en su recorrido en el papamóvil por las calles del centro de Lisboa, Portugal, hasta llegar al parque Eduardo VII, donde celebró su primer encuentro con peregrinos en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Miles aguardaban frente a la sede de la Nunciatura para saludar al pontífice, quien subió al vehículo especial para estar más próximo a los fieles, en medio de un impresionante dispositivo de seguridad.
Católicos llegados de todo el mundo asistieron al reconocido encuentro universal.
El automóvil avanzó lentamente por los cinco kilómetros que separan la Embajada vaticana del parque Eduardo VII, rebautizado como Colina del Encuentro, donde se ofició la ceremonia.
Con gritos de “queremos ver al papa” o “aquí está la juventud del papa”, decenas de miles acompañaron el recorrido por las principales avenidas del centro de la ciudad.
El núcleo urbano fue cortado al tránsito y varias estaciones de metro permanecieron cerradas, mientras cientos de autobuses trasladaban a los peregrinos a las proximidades del parque.
1 millón de fieles se espera que participen en las actividades religiosas.
“Hay una fuerte afluencia de personas en los transportes públicos”, alertó la Policía de Seguridad Pública en un comunicado.
Entre 300 mil y 400 mil fieles, según los organizadores, llegaron a presenciar los actos religiosos. En conjunto, Portugal espera que más de 1 millón de católicos participen en la jornada hasta su clausura, el próximo domingo.