Foto: EFE
Los cultivos de maracuyá se convirtieron en el paisaje principal de la ribera del río Guayabero, en el sur de Colombia, donde antes la hoja de coca era lo único que la vista alcanzaba a ver, mientras más allá de la orilla, el moriche, un fruto amazónico, se abre paso para poner en valor la Amazonía colombiana.
Buscan la diversidad en la producción agrícola.
En La Carpa, una vereda en la zona rural de San José del Guaviare, capital del departamento, sus habitantes se cansaron de la coca y le apostaron a cultivos lícitos como el maíz o la yuca, pero encontraron en el maracuyá una joya que les permite seguir en la legalidad y obtener recursos.
Unas 380 familias que antes vivían del estupefaciente trabajan ahora en estos productos, explicó Yesid Pereira, representante de la Asociación de Productores.