Más de 3.1 millones de alumnos de todos los niveles del sector oficial comenzaron a recibir la quinta entrega del Programa de Alimentación Escolar (PAE), iniciativa que esta administración ha incrementado, tanto en lo económico como en la cantidad de beneficiados.
La estrategia, cuyo innegable éxito es reconocido por organizaciones nacionales e internacionales, ha demostrado evidentes resultados en distintos ámbitos. Por ejemplo, evita la deserción escolar, uno de los problemas más frecuentes en el sistema educativo, en especial, en el interior de la república.
Sin embargo, el aporte más notable del PAE está ligado a los avances de la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN), el plan icónico que impulsa el Organismo Ejecutivo, cuyo liderazgo asumió el presidente Alejandro Giammattei.
El impacto positivo que tiene en la vida de los estudiantes es de tal dimensión que el Gobierno, con el apoyo de diputados del Organismo Legislativo, extendió la asistencia a cursantes de preprimaria, básicos y diversificado e incrementó las cuotas asignadas.
“Con la Gran Cruzada hemos llegado a las zonas más olvidadas. Implementamos proyectos en beneficio de millones de compatriotas”, expresó el jefe de Estado durante una de las entregas de víveres en las que participó.
Conviene traer a consideración que adicional a los rendimientos citados, el PAE se ha convertido en el perfecto mecanismo de trabajo que une a la comunidad, principalmente a los progenitores, quienes aglutinados en las Organizaciones de Padres de Familia (OPF) son vitales en la gestión de los comestibles que consumirán sus hijos, así como en auditores independientes y objetivos en el manejo de los fondos públicos.
Si faltaran más alicientes y méritos para apreciar la inversión, valga afirmar que estimula la economía local, puesto que los comunitarios son los principales proveedores de los productos.