Lic. Francisco Leal
Dirección de Investigación, DIADI/INAP
[email protected]
Lo anterior significa que, aunque se cuente con el mejor plan posible y las estrategias más sofisticadas, de vez en cuando conviene echarles un vistazo a los resultados para poder ajustar la toma de decisiones. Una vez establecido qué es el direccionamiento estratégico, es importante conocer los pilares fundamentales en los que se establece:
El pensamiento estratégico. Su propósito es ayudar a los directivos de institución a explotar los diferentes desafíos que están por venir, tanto previsibles como imprevisibles, e incorporarlos en la misión, visión, valores y estrategia. Llegar a un acuerdo sobre estos elementos es un prerrequisito esencial para la planeación efectiva.
Se ha vuelto cada vez más evidente en años recientes que, para ser efectiva, una institución necesita el compromiso activo de todos sus tomadores de decisiones y de sus colaboradores, para lo cual deben apropiarse de misión, visión, valores y de la estrategia. El proceso formal del pensamiento estratégico empieza con el director general y el equipo de alta dirección y trascender de inmediato al resto de la
plantilla laboral.
Los valores que orientan la conducta de todos los miembros de la institución y propician un clima organizacional armonioso.
La intención estratégica. Se refiere a la voluntad de las autoridades superiores de comprometerse en todos los niveles para encabezar un sistema directivo con características nuevas, que contribuya a mantener y fortalecer el pensamiento estratégico y la actitud estratégica.
Sin estos tres elementos, ningún sistema de dirección estratégica será suficientemente efectivo. La intención estratégica de una entidad pública se crea a partir de cuatro componentes principales: Misión. Refleja la identidad de la institución, su razón de ser y lo que la hace diferente a las demás.
Visión. Muestra hacia dónde se proyecta la institución y define lo que quiere llegar a ser en un plazo de tiempo determinado. Los valores que orientan la conducta de todos los miembros de la institución y propician un clima organizacional armonioso. Estrategias. Establecen cómo se lograrán la misión y la visión. Son esas directrices de comportamiento que deben cumplir todos los colaboradores. Procesos sustantivos. Son los que se hacen posible alcanzar el logro de los objetivos.